¿Quién era el funcionario “modelo” que atacó la comisaría central de París?

Las autoridades francesas pasaron por alto que Mickaël Harpon tenía relación con un imán salafista

El pasado 3 de octubre Mickaël Harpon, originario de Martinica y especialista informático para la Dirección de Inteligencia de la Prefectura de Policía de Paris (DRPP), asesinó a cuatro compañeros con un cuchillo de cerámica con el que consiguió burlar los controles de seguridad de la Prefectura de Policía de París. La Fiscalía Antiterrorista de Francia se hizo cargo de la investigación al día siguiente de perpetrarse los asesinatos. Era considerado como un funcionario modélico con más de veinte años de experiencia en los que no se detectó ningún comportamiento sospechoso ni dio signos de alerta. No obstante existen varios puntos negros en la biografía de Harpon que han sido pasados por alto.

El primero de ellos es que su conversión al islam en el año 2005, y no hace ocho años como se dijo en un primer momento, fue pasada por alto. Se ha sabido que, como musulmán, acudía con frecuencia a una mezquita donde tenía relación con un imán, que estaba catalogado por los servicios de inteligencia franceses como salafista. El salafismo es un movimiento islámico suní de carácter reformista y ultraconservador que hace una lectura rigurosa y ortodoxa de los textos del Corán. La relación con este imán fue pasada por alto al igual que el hecho de que en 2015 justificó delante de sus compañeros, el ataque terrorista al seminario “Charlie Hebdo”.

La Fiscalía Antiterrorismo en el transcurso de los registros ha encontrado en su puesto de trabajo un USB con datos personales de agentes de policía, entre los que se encuentran los de los agentes asesinados. En un primer momento se dijo que esta documentación se encontró en el domicilio de Harpon, donde fue detenida su mujer, algo que ha sido desmentido. Este USB también incluye propaganda yihadista y vídeos sobre ejecuciones del Estado Islámico. Este hecho hace plantearse a los investigadores la posibilidad de que Harpon compartiese la información clasificada con el mencionado imán salafista y en caso de ser así con qué intenciones lo hizo. También es cierto que estaba especializado en recavar datos sobre la radicalización yihadista y esto podría formar parte simplemente de las labores que estaban ligadas a su puesto.

Estos sucesos han dejado latente una brecha de seguridad existente que ha sido admitida por el presidente Emmanuel Macron en el acto de homenaje a las víctimas, y que provoca inquietud e incertdumbre en la sociedad. Los franceses reclaman respuestas ante unos sucesos que comienzan a ser más frecuentes de lo deseado.