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El acuerdo, firmado en la capital de Gabón tras tres días de negociaciones con la mediación de los países vecinos, también prevé la disolución de la Asamblea Nacional.

"Este es un buen acuerdo para traer la paz", ha declarado el portavoz de Séléka, Eric Massi, por teléfono. "Pero el alto el fuego está supeditado a que se cumplan varias de nuestras demandas y juzgaremos la sinceridad de (el presidente Franois) Bozizé en los próximos días", ha añadido.

Los rebeldes, que comenzaron su ofensiva hace un mes, han llegado

a 75 kilómetros de la capital, Bangui, planteando la mayor amenaza hasta la fecha para el presidente Bozizé, que llegó al poder en 2003 en un golpe de Estado.

Según Massi, entre las demandas de la coalición rebelde figura la liberación de prisioneros políticos y una revisión de la Constitución que prive al presidente de algunos poderes, incluido el derecho a destituir a su primer ministro.

El acuerdo también estipula que el nuevo gobierno de transición contará con un primer ministro procedente de la oposición y que habrá elecciones parlamentarias en el plazo de doce meses.

Los rebeldes habían insistido previamente en que la renuncia de Bozizé era una condición previa para la paz y que el presidente debería ser juzgado ante el Tribunal Penal Internacional (TPI).

Algunos países africanos han enviado cientos de soldados al país para reforzar al Ejército en su combate con los rebeldes, que denuncian que Bozizé renegó del acuerdo de paz alcanzado en 2007 y que preveía trabajos para los insurgentes que depusieran las armas. El mandato de Bozizé termina en 2016 y éste ha prometido que no se presentará a su reelección.

El presidente de Chad, Idriss Déby, que asistió a la ceremonia de firma, ha dicho que el acuerdo permitirá a Bozizé completar su mandato. "No hemos minado la integridad de la Constitución de la República Centroafricana. El presidente Bozizé fue elegido por un mandato de cinco años y debería seguir hasta que lo termine", ha defendido.