Francia
Romper la tendencia al alza del paro
La reforma laboral es vital porque el modelo de relación entre la empresa y el asalariado está desfasado
–¿Por qué es tan impopular la reforma laboral en Francia?
–Es impopular porque no se ha comunicado de una manera efectiva. Se debería haber invertido más recursos en hacer comprender a la opinión pública que el antiguo modelo de relación entre propietario y asalariado está obsoleto.
–¿Es el mejor momento político para acometerla?
–Hollande se ha puesto un objetivo en su mandato: bajar el desempleo. Pero, tras tres años en el poder, se ha encontrado con que el paro no ha bajado. Le corre prisa actuar antes de las elecciones generales de 2017; sin embargo, una reforma de este estilo es de las que se hacen a largo plazo. Le habría convenido mucho más actuar de urgencia, al principio de su mandato, para que ahora pudiera tener resultados tangibles. Y, ahora, está presionando para que el Gobierno pase esta reforma, la ley «El Khromi». Lo que se une a las presiones del MEDEF, es decir, de la patronal. Y Hollande, con o sin reforma, sigue siendo impopular.
–¿Puede esta flexibilización de la contratación favorecer un cambio en el mercado?
–La ley «El Khromi» quiere aportar más flexibilidad al mundo laboral. Esto debería animar a las empresas a contratar a más gente, ¿verdad? Pues no tiene por qué ser así. Para que las compañías se animen a contratar, tienen que apreciar el crecimiento de la economía, que, de momento, no crece. Nos comenzamos a encontrar con jóvenes diplomados con una extensísima preparación que acaban en puestos a los que uno se postula teniendo sólo el bachillerato. El problema del desempleo en Francia es demasiado profunda como para solucionarlo con una sola reforma.
*Economista jefe del grupo HUMANIS
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