Racionamiento en Venezuela
Sin chip para el racionamiento
Maduro da marcha atrás a su sistema para controlar los alimentos
"Mira cómo estamos", dice Osmaris, dependienta de la farmacia Valle Arriba de Caracas. Se refiere a los almanaques donde se ubican las toallas femeninas. Estantes casi vacíos. "Suelen haber siete u ocho marcas. Apenas tenemos una. Pero la gente ya se acostumbró. Toman precauciones y en lugar de llevar un paquete compran cuatro", asegura la empleada. Es el vía crucis diario de los venezolanos.
LA RAZÓN estuvo recorriendo varios supermercados del este al oeste de Caracas, dos mundos donde queda constatado que el desabastecimiento se ha convertido en una lucha de clases.
Por ejemplo, en el este de la capital venezolana –la más humilde de la ciudad-, visitando algunos mercados del gobierno como el Bicentenario o el Mercal, no encontramos harina –ingrediente para la tradicional arepa– o papel higiénico, que últimamente se ha convertido en el bien más preciado.
Pese a eso, los clientes caminaban a paso ligero hacia un supermercado de la zona de clase media-alta de Los Palos Grandes donde estaban vendiendo el codiciado papel de baño.
Frente al supermercado, mientras ajusta pañales con cinta de embalar a su motocicleta, Ramón Díaz nos cuenta que se enteró de que había papel por un amigo. "No soy político, pero la situación está crítica por culpa de ese señor que nos gobierna", lamenta Díaz.
De la misma tienda salía la sexagenaria Jacqueline Flores, quejándose del mucho tiempo que había tenido que aguardar en fila. La mujer no había comprado papel, según aseguró, porque ya tenía suficiente en su casa.
Su explicación de la situación es bien distinta de la de Díaz: "Los comerciantes son los acaparadores que quieren echarle la culpa al gobierno"."Ahí dentro en la fila todo el mundo estaba hablando mal. Es una guerra económica", afirma Velásquez. Su explicación es la del gobierno, que insiste en esa idea para justificar la ausencia de determinados productos de las tiendas.
Se agotan las reservas
Esta semana presidente venezolano, Nicolás Maduro culpó a la oposición política por el desabastecimiento y ordenó a Félix Osorio, ministro de Alimentación, liberar el contingente de comida enviado por los países aliados en los últimos meses.
La capacidad de reserva alimentaria de Venezuela se está agotando. Según declaró recientemente el propio Osorio, no llega a los dos meses. Por eso el gobierno intenta ampliarla a tres meses creando grandes silos, frigoríficos y almacenes capaces de preservar hasta 2,3 millones de toneladas de comida.
¿Pero de dónde obtendría los alimentos para almacenar? De los amigos. Para eso estuvo viajando a Uruguay, Argentina y Brasil, donde firmó acuerdos por 600 millones de dólares para importar aceite, leche en polvo, carne, atún, sardina y azúcar. Se importarían en total 700.000 toneladas de alimentos del Mercosur.
Sin embargo, economistas afines a la oposición consultados por este diario culpan al control de cambios, que mantiene el bolívar extraordinariamente sobrevaluado y provoca escasez de dólares disponibles para los importadores.
Otros analistas como Jesús Casique, apuntan que los motivos detrás del desabastecimiento son el control de precios que realiza el gobierno sobre algunos productos regulados. Casique señala que con una inflación del 27% y mientras el gobierno no revise la estructura de precios, "ningún empresario va a querer acarrear pérdidas". Una ley de mercado simple que el gobierno parece desconocer.
En paralelo, ayer el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, ordenaba suspender el nuevo sistema electrónico de racionamiento de alimentos, que iba a comenzar a aplicarse en el estado Zulia. El objetivo era controlar mediante un chip, que los venezolanos solo pudieran comprar al día un producto básico, incluido en una lista de 25 insumos. El sistema iba a ser implementado a nivel nacional. .
Una red social para encontrar papel higiénico
En Venezuela se puede buscar papel higiénico a través de «Abastéceme», una nueva red social que se descarga como aplicación en los móviles smartphones. Gracias a «Abastéceme», se permite al usuario encontrar azúcar, leche, arroz y otros productos de consumo básico en un mapa de Google que ubica el supermercado con el artículo en cuestión. «¡Encuentra y comparte la ubicación de los más buscados productos de primera necesidad!», reza el lema de la aplicación. Por cierto que este útil servicio no lo ha creado el Gobierno, sino un joven de 21 años.
Para el gobierno la elección tuvo "error cero"
Concluido el tercer ciclo de la auditoría, que la oposición rechaza desde un comienzo por ser parcial, el resultado ratificó el de las etapas anteriores, un 99,9% de precisión.
La conclusión de una auditoría cuyo resultado estaba cantado antes de comenzar se sigue confirmando a medida que avanza. Como en los ciclos anteriores, la resolución oficial es que no hubo discrepancias entre el voto de los electores y las actas de escrutinio emitidas por las máquinas
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