Sólo quiere llamar la atención

l ¿Cómo se ve la amenaza de Corea del Norte desde Asia?

–Creo que la amenaza existe más en los medios de comunicación occidentales que en la realidad. Corea del Norte está utilizando todos los medios a su disposición para crear esta sensación y llamar la atención. Es lo que buscan cuando amenazan con abandonar los tratados de paz, cuando dicen que se preparan para una guerra nuclear o cuando alarman a las embajadas extranjeras y les dicen que deberían evacuar.

l ¿Está consiguiendo de alguna manera el presidente norcoreano Kim Jong Un que los medios de comunicación le sigan el juego?

–Están teniendo éxito, desde luego, en generar la tension de una guerra sin tener que hacerla. En estas circunstancias, los medios occidentales tienen parte de responsabilidad en esta escalada de tensión por no saber interpretar correctamente lo que ocurre en la zona y generar alarma. Cualquier provocación rutinaria de la propaganda se convierte estos días en algo así como una declaración de guerra.

l ¿Qué problemas reales de Corea del Norte están quedando eclipsados durante estos días por estas crisis retóricas tan recurrentes?

–La situación interna del país o la situación de los refugiados, por ejemplo. Entre 1990 y 2000 había muchos refugiados entrando a China, pero ahora no escapa tanta gente por la frontera. El Ejército norcoreano ha incrementado los controles en la frontera de una manera muy efectiva para evitar lo que ellos llaman «deserciones».

l ¿Qué ocurre con los refugiados cuando escapan?

–Las autoridades chinas tienen que devolverlos a Corea del Norte si los descubren, pero los que consiguen burlar ese control buscan trabajo, o viajan a otros países para intentar llegar a Corea del Sur. Hace años era común que las mujeres jóvenes que atravesaban la frontera acabasen prostituyéndose porque era la manera más sencilla de ganarse la vida en un país extraño en el que no tenían modo de salir adelante. Ahora esto ya no es tan corriente.