Corrupción política
Temer se rearma frente al «impeachment»
El presidente brasileño nombra como nuevo ministro de Justicia a un abogado con amplia experiencia en el Tribunal Superior Electoral, que juzgará la campaña del mandatario.
El presidente brasileño nombra como nuevo ministro de Justicia a un abogado con amplia experiencia en el Tribunal Superior Electoral, que juzgará la campaña del mandatario.
El presidente brasileño, Michel Temer, un abogado que ha sabido escalar posiciones desde las entrañas del corrupto sistema brasileño, conoce todas las jugadas posibles. Por eso se blinda, gana tiempo y mueve ficha ante un posible juicio político. Todo indica que el mandatario morirá con las botas puestas, no piensa renunciar. Tener ha reforzado su trinchera jurídica con el relevo del ministro de Justicia, con el que parece preparar desde ayer el próximo embate ante el Tribunal Superior Electoral por sospechas de corrupción.
De forma inesperada y en un día inusual como el domingo, el mandatario nombró nuevo ministro de Justicia a Torquato Jardim, un abogado con vasta experiencia en el Tribunal Superior Electoral, que la próxima semana retomará un juicio que le puede costar el cargo. A partir del 6 de junio, la corte juzgará si la campaña de Temer y la destituida Dilma Rousseff en 2014 fue financiada con dinero de la corrupción, lo que podría desalojar al gobernante, ya amenazado por otras serias sospechas de corrupción que investiga el Supremo. Sobre la mesa: seis peticiones de «impeachment». Rodrigo Maia, presidente de la Cámara de Diputados y afín a la causa oficialista, tendrá que decidir en menos de 30 días si da luz verde a las solicitudes.
Temer resiste desde hace casi dos semanas a una intensa corriente de opinión que exige su renuncia, a la que se ha sumado la oposición por completo y que tiene el respaldo de vastos sectores de una base oficialista que, desde el estallido de la crisis, ha sido abandonada por cuatro pequeños partidos. Jardim, quien hasta ahora era ministro de Transparencia, tuvo ayer su primera reunión con Temer y aseguró que el gobernante no dimitirá ni será destituido y que llegará al fin de su mandato en 2019.
El nuevo titular de Justicia consideró «impensable» que alguno de los siete magistrados que lo integran no solicite más tiempo para estudiar la supuesta ilegalidad de la campaña, lo que estiraría los plazos procesales. Eso refuerza la tesis de Temer, quien apuesta por que el juicio se alargue, ganar tiempo para recomponer su base política y avanzar en las profundas reformas que se tramitan en el Congreso, según el Gobierno, para atajar la crisis económica. La posibilidad de que el juicio en el Tribunal Electoral sea postergado a petición de alguno de sus integrantes también fue barajada por su presidente, Gilmar Mendes. «El Tribunal Electoral no es un juguete de nadie» y «el juicio será técnico y judicial», pues «no le cabe a esta corte resolver una crisis política», aseguró.
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