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Un «lobo solitario» mata a cuatro marines en un tiroteo en Tennessee
El autor, de origen kuwaití, disparó en dos centros militares antes de caer abatido. «Ha sido un acto de violencia sin sentido», asegura el secretario de Defensa.
Cinco muertos es el triste balance que deja el último tiroteo en suelo estadounidense. Esta vez, el ataque se produjo en dos sedes de reclutamiento militar de la Armada de EE UU en Chattanooga, en el estado de Tennessee. El tirador abrió fuego en ambos centros matando a cuatro marines y dejando dos heridos, uno de ellos un soldado de este cuerpo y el otro un oficial de Policía. Finalmente el tirador también cayó abatido. El autor del tiroteo fue identificado como Muhammad Youssef Abdulazeez, de 24 años, quien trabajaba como agente de seguridad del Departamento de Obras Públicas de la ciudad, indicó la cadena CBS. La cadena, que cita fuentes de las agencias de seguridad, señaló que Abdulazeez era ciudadano estadounidense de origen kuwaití.
El presidente Barack Obama afirmó que el responsable actuó «en solitario», aunque añadió que hay que esperar a tener más detalles para dilucidar las causas. También prometió una investigación rápida para aclarar lo ocurrido en los dos centros militares. «Es algo que rompe el corazón que estas personas que han servido a nuestro país mueran de esta forma», explicó el presidente después de haber sido informado por el director del FBI, James Comey. «Quiero transmitirle a las familias en nombre del pueblo estadounidense nuestro más sincero pésame. Tienen todo el apoyo», indicó Obama, quien anunció que se ha aumentado la vigilancia de todas las instalaciones militares en todo el país «hasta que sepamos qué pasó». El secretario de Defensa, Ash Carter, dijo que fue «un acto de violencia sin sentido».
Abdulazeez, que vivía en la localidad de Hixton (Tennessee), había conseguido la nacionalidad norteamericana. Ayer un equipo del FBI se desplazó a la residencia de su familia. Al cierre de esta edición, se desconocían las motivaciones del joven para atacar los dos centros de reserva militar. Pero el caso se clasificó como una investigación de terrorismo nacional, la cual dirige el FBI por expresa orden del presidente de Estados Unidos. En una cuenta de la red social de Twitter, relacionada con el grupo terrorista Estado Islámico, se escribió supuestamente antes de los ataques: «Perros estadounidenses, pronto veréis las maravillas». Y se añadió minutos antes: «Chattanooga». «Esto es una pesadilla para la ciudad», indicó el alcalde Andy Berke. «Alguien de forma brutal atacó a cuatro miembros de nuestros servicios armados», continuó el jefe de Policía de Chattanooga, Fred Fletcher.
Hasta ayer ningún oficial del FBI había investigado a Abdulazzeez. Los agentes tampoco sabían de sus planes para atacar los dos centros de reserva militares. En cambio, sí se dedicaron a repasar si tenía conexión con algún tipo de organización terrorista. Al cierre de esta edición, los investigadores creían que los primeros disparos se produjeron en el centro de reclutamiento de las fuerzas armadas. Después el tirador fue al edificio de la reserva, conocido como el Centro de Apoyo Operativo de la Marina. Por la tarde, cuando terminó la sangría, se recogieron más de 20 casquillos en uno de los aparcamientos.
El secretario de Seguridad Nacional de EEUU, Jeh Johnson, señaló en un comunicado que «la agencia está siguiendo de cerca lo ocurrido y respaldando la investigación liderada por el FBI», pero evitó confirmar la identidad del responsable de la matanza. El alcalde de la localidad, Andy Berke, dio una breve rueda de prensa, retransmitida por la cadena CNN, en la que indicó que el incidente se estaba investigando como un «acto de terrorismo doméstico». Berke añadió que el asesino abatido «atacó de manera brutal a quienes orgullosamente sirven a nuestro país». Durante la tarde de ayer hubo mucha confusión y la información iba saltando con cuentagotas. La Armada estadounidense había informado, a través de la red social Twitter, de que un tiroteo se estaba produciendo en su edificio de reclutas en Chattanooga. El sargento Robert Dodge, un reclutador del Ejército de EE UU, explicó que estaba en su oficina cuando alguien abrió fuego. Dodge escuchó entre 30 y 50 tiros. A 11 kilómetros de donde se encontraba Dodge, también se registró un ataque posteriormente. Ed Reinhold, el agente de FBI al frente de la investigación, dijo en rueda de prensa que el asesino tardó aproximadamente cinco minutos conduciendo entre un ataque y otro.
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