Internacional
Trump anticipa el deshielo de EE UU con la Rusia de Putin
Malestar ante la designación de Rex Tillerson, CEO de Exxon Mobil y amigo del «zar» ruso, como secretario de Estado.
Malestar ante la designación de Rex Tillerson, CEO de Exxon Mobil y amigo del «zar» ruso, como secretario de Estado.
Rex Tillerson, un amigo personal de Vladimir Putin, es el candidato ya oficial de Donald Trump para ocupar la Secretaría de Estado. Tillerson, que en 2013 recibió la orden de amistad del Kremlin, tiene 64 años y está al frente de la petrolera Exxon Mobil desde hace una década. Las acciones de la multinacional subieron un 2% tras la promoción de su máximo dirigente. Lo cierto es que el currículum de Tillerson será examinado con lupa por el Senado, que debe dar su aprobación.
El anuncio de la designación de Tillerson trata de poner fin a un caótico proceso para elegir al jefe de la diplomacia estadounidense. El equipo de transición se hallaba dividido entre los defensores del ex alcalde de Nueva York Rudy Giuliani y los del ex gobernador de Massachusetts Mitt Romney. Haber nombrado a Giuliani hubiese mantenido la línea de premiar la lealtad durante la campaña electoral de Trump. Romney, en cambio, representaba un puente con el mismo «establishment» que lo ha intentado todo para boicotear la candidatura presidencial del magnate. Al final, la imposibilidad de elegir entre uno y otro abrió la puerta de la Administración al texano de la petrolera Exxon Mobil.
Ante las suspicacias de algunos senadores, el equipo de Prensa de Trump se apresuró a enviar una nota con el apoyo de grandes figuras del Partido Republicano durante la Administración Bush, entre las que destaca el ex consejero de Seguridad Nacional Stepehn Hadley, la ex secretaria de Estado Condoleeza Rice y el ex jefe del Pentágono Robert Gates.
Los senadores, con todo, empezaron a tomar posiciones después del anuncio oficial. El líder de la mayoría republicana en la Cámara Alta, Mitch McConnell, cuya esposa formará parte del Gabinete de Trump, anticipó que apoyará a Tillerson sin reservas. «Estoy deseando respaldar su nominación», indicó en un comunicado oficial. El conservador de Arizona Jeff Flake, miembro del comité de Relaciones Exteriores del Senado, alabó este respaldo: «Tiene un peso considerable». Mientras, el presidente del Comité, Bob Corker, afirmó que «es alguien impresionante».
Por el contrario, el senador de Florida Marco Rubio apuntó que «el próximo secretario de Estado tiene que ser alguien que vea el mundo con claridad moral, que esté libre de conflictos de intereses». «Debe tener claro lo que le conviene a Estados Unidos», apuntó en clara referencia a los lazos de Tillerson con Putin. También expresó sus dudas el senador de Arizona Lindsey Graham, amigo de John McCain, de quien Trump se rió al principio de la campaña por haber sido capturado en la Guerra de Vietnam. El ex candidato presidencial republicano duda de la idoneidad de la elección, sobre todo, después de que la CIA haya afirmado que Rusia interfirió en las elecciones para favorecer al magnate.
Los demócratas carecen de suficientes asientos para bloquear los nombramientos de Trump en el Senado, que sólo necesita 50 apoyos más que el vicepresidente, Mike Pence. Sin embargo, la mayoría simple con la que cuentan los conservadores (52 de los 100 senadores) augura todo tipo de espectáculos y controversias durante el proceso de confirmación del Gabinete de Trump. De momento, en el comunicado oficial, el presidente electo destacó que «la carrera de Tillerson encarna el sueño americano. A través de trabajo duro, dedicación y acuerdos inteligentes, Rex sobresalió hasta convertirse en consejero delegado de Exxon Mobil, una de las compañías más grandes y más respetadas del mundo». «Su tenacidad, amplia experiencia y conocimiento profundo de la geopolítica le convertirán en un excelente secretario de Estado», reconoció el presidente electo de EE UU del texano, en quien confía para este puesto por su experiencia en el mundo de los negocios internacionales. Un criterio que ha seguido el magnate para elegir a los miembros de su Gabinete, cuya mayoría carece de experiencia política en Washington.
Ayer también se filtró a la Prensa que Trump ha elegido al ex gobernador de Texas Rick Perry como secretario de Energía. Esta decisión también traerá polémica durante el proceso de ratificación en la Cámara Alta después de que Perry se olvidase del nombre de dicho departamento durante un debate presidencial en el que prometió eliminarlo junto con el de Comercio y Educación. De esta forma, se espera que Perry cambie las prioridades de este ministerio, que hasta ahora eran las energías renovables. Asimismo, Stephen Miller será el asesor presidencial senior para Políticas Públicas, unas funciones que ya venía desempeñando durante la campaña electoral. Miller supervisará el personal de la Casa Blanca encargado de políticas públicas, gestionar las actividades de los redactores de discursos oficiales y mejorar la agenda presidencial.
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