Relaciones internacionales

Turquía sancionará a EEUU «de manera inmediata»

Erdogan se muestra firme mientras la lira turca se desploma por el castigo estadounidense

El presidente Recep Tayyip Erdogan, junto a los dos ministros sancionados, Süleyman Soylu y Abdülhamit Gül Agraria en Córcega / Reuters
El presidente Recep Tayyip Erdogan, junto a los dos ministros sancionados, Süleyman Soylu y Abdülhamit Gül Agraria en Córcega / Reuterslarazon

Erdogan se muestra firme mientras la lira turca se desploma por el castigo estadounidense.

Estados Unidos suma un nuevo capítulo de hostilidad en sus relaciones internacionales. Esta vez es Turquía quien ha tensado la cuerda con el Gobierno de Trump por la detención de un pastor de Carolina del Norte, Andrew Brunson. El religioso, que llevaba dos años en prisión hasta que hace una semana pasó a arresto domiciliario, está acusado de terrorismo y espionaje, y se enfrenta a una pena de hasta 20 años de cárcel en territorio turco. La Casa Blanca exige su liberación total: «La detención injusta del pastor Brunson y su continuado procesamiento es simplemente inaceptable», dijo Sarah Sanders, su portavoz. Sanders aprovechó para reiterar la exigencia de la liberación de Brunson y denunciar los «abusos graves de derechos humanos» a los ministros turcos de Justicia, Abdülhamit Gül, y de Interior, Süleyman Soylu, por su papel en el arresto del pastor protestante. La portavoz de la Casa Blanca anunció las represalias impuestas por EE UU a Turquía en forma de sanciones económicas.

Dichas sanciones suponen la congelación de los activos que los dos ministros turcos puedan tener bajo la jurisdicción estadounidense, así como la prohibición de realizar transacciones financieras con ellos a entidades del país, según dio a conocer el Departamento del Tesoro. Al parecer, Trump y su homólogo turco, Recep Tayyip Erdogan, han abordado este tema en varias ocasiones y el estadounidense «no está contento con la decisión de no liberarlo», aseguró Sanders. El presidente turco ha manifestado su malestar por las represalias de Washington, asegurando que «nadie gana nada tratándonos con un lenguaje amenazante». Erdogan expresó su rechazo a las sanciones económicas impuestas y anunció que Turquía no hará concesiones con respecto a la independencia de su poder judicial. Y es que, unos días antes, un tribunal turco rechazó la apelación para que el pastor Brunson fuera liberado de su actual arresto domiciliario. El Gobierno turco denunció la reacción de la Casa Blanca y anunció que tomarían «medidas equivalentes en represalia y de manera inmediata». La moneda turca se devaluó ayer un 2%, llegando a mínimos históricos de 5 liras por dólar y de 5,87 por euro.

La Fiscalía cree que el religioso podría tener vínculos con el PKK, al que el presidente turco califica como «terrorista», así como con el predicador islamista Fetullah Gülen, a quien el Gobierno turco culpa del intento de golpe de Estado en 2016. De hecho, las crecientes tensiones entre ambos países se han intensificado tras la negativa de la Justicia estadounidense a extraditar a Gülen, exiliado en Pensilvania, por falta de pruebas concluyentes sobre su participación en el fallido golpe en Turquía.