Polonia

Tusk recuerda ante Duda que «Polonia ya abandonó el lado oscuro»

El presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk (d), conversa con el presidente de Polonia, Andrzej Duda
El presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk (d), conversa con el presidente de Polonia, Andrzej Dudalarazon

Una Polonia que busca la integración europea y otra Polonia que exige el respeto de su soberanía. Ésa era la imagen que dejaba ayer en Bruselas la rueda de prensa conjunta del presidente del Consejo Europeo, el polaco Donald Tusk, caracterizado por su afán de buscar el consenso entre los Veintiocho, y del presidente del país, Andrzej Duda, encarnando la defensa de sus controvertidas reformas. Duda se reunía en Bruselas con los líderes del Ejecutivo comunitario después de que la Comisión Europea decidiera abrir un expediente para investigar si se ajustan al derecho comunitario las últimas medidas aprobadas por el Gobierno ultraconservador de Beata Szydlo, en referencia a la ley de medios de comunicación públicos y la reforma del Tribunal Constitucional. «Puedo asegurarles que nada excepcional está pasando en Polonia», aseguraba Duda. «El Gobierno ha sido elegido democráticamente y la UE tiene que reconocer y respetar la soberanía de Polonia. Queremos conservar nuestra soberanía porque la UE es una reunión de naciones soberanas», dijo Duda.

Ambos líderes coincidieron en afirmar que existe una confusión creada en torno a las medidas aprobadas en Varsovia. «Polonia no tiene enemigos en Bruselas, es importante evitar el tono agresivo y las exageraciones innecesarias», sentenciaba Tusk, mientras que, por su parte, el presidente del país aseguraba que la relación con la UE no se está poniendo en cuestión desde el Ejecutivo polaco. Tusk reconoció no sentirse cómodo con la decisión de la Comisión, pero no dudó en recordar a Duda que «Polonia ya abandonó el lado oscuro», en referencia al paso del comunismo a la democracia y le exigió mantenerse en «el lado luminoso», en alusión a la película «Star Wars». Ambos se mostraron confiados en el diálogo entre Varsovia y Bruselas evite tener que activar el artículo 7 del Tratado de la UE, que podría dejar sin voto a Polonia por su supuesta violación del Estado de Derecho.