Defensa
Ucrania despliega nuevos sistemas anitimisiles Patriot llegados desde Alemania
Esta medida tomada para contener una nueva oleada de ataques rusos se produce en un escenario marcado por el fin de la ayuda militar directa por parte de la Administración Trump
El tablero geopolítico en Ucrania ha dado un vuelco. La Administración del presidente Donald Trump ha dejado de suministrar armamento a Kiev, una decisión que revierte por completo la política de apoyo militar que mantenía su predecesor en el cargo, Joe Biden. Este cambio de rumbo en Washington ha forzado a los aliados europeos a dar un paso al frente, asumiendo un protagonismo inédito y convirtiéndose en los principales proveedores de ayuda militar y financiera para el esfuerzo bélico ucraniano. Este esfuerzo continental no está aislado, ya que otros socios internacionales también están redoblando su apoyo; de hecho, recientemente Australia ha enviado a Ucrania algunos de sus mejores carros de combate para reforzar sus capacidades en el frente.
En este nuevo escenario, la OTAN ejerce un papel crucial como coordinadora en la entrega del material. Un buen ejemplo es la reciente cesión de varios sistemas de misiles Patriot por parte de Alemania, una operación compleja que solo se materializó después de que Berlín obtuviera garantías de Estados Unidos para poder reponer sus propias existencias de misiles. Este tipo de triangulaciones diplomáticas y militares se ha vuelto fundamental para mantener el flujo de ayuda. Esta colaboración dentro de la alianza es visible en múltiples frentes, como demuestra el reciente despliegue de un avión A400M español en el Báltico para una misión clave de la OTAN en la región.
Precisamente por eso, la llegada de este escudo antiaéreo de fabricación estadounidense ha sido recibida como un balón de oxígeno. El propio presidente Volodímir Zelenski ha sido el encargado de confirmar que las baterías ya se encuentran plenamente operativas en el país, y no ha dudado en agradecer expresamente a Alemania y a su canciller, Friedrich Merz, por un apoyo que se antoja vital para la defensa del territorio.
La doble cara del conflicto: defensa y contraataque
Sin embargo, la estrategia de Kiev no se limita a la defensa y continúa golpeando objetivos estratégicos dentro de las fronteras rusas. Recientemente, el ejército ucraniano logró alcanzar la refinería de petróleo de Saratov, en lo que supone el cuarto ataque contra esta misma instalación en apenas siete semanas. Según informa el medio Defense News, esta campaña sostenida ya ha logrado reducir la capacidad de refinado de crudo de Rusia en un 20 %.
En paralelo, el despliegue de los nuevos sistemas defensivos coincide con una evidente intensificación de los ataques rusos. Durante una de las últimas ofensivas nocturnas, Moscú lanzó un total de 12 misiles y 138 drones contra diversas regiones ucranianas. En esta oleada, la peor parte se la llevó Sumy, donde el impacto de un dron se cobró la vida de un hombre e hirió a otras siete personas. Los bombardeos también dejaron un herido en Dnipro y provocaron daños considerables en infraestructuras energéticas de Mykolaiv.