Un 29 cumpleaños sangriento

Gavin Long, el asesino de los tres policías en Baton Rouge, era un ex marine que defendía que la violencia era la única vía para escapar de la «opresión» de la raza blanca

Gavin Long, muerto en el tiroteo del domingo, eligió su 29 cumpleaños para matar a tres policías y herir a otros tres. El agresor, originario de Kansas City (Misuri), se consideraba a sí mismo una estrella de internet y en el perfil de su web se describía como «estratega de la libertad, entrenador mental, nutricionista y consejero espiritual». Según informa el diario «Kansas City Star», su web se llama «Convos con Cosmo» porque el agresor trató de cambiar su nombre por el de Cosmo Ausar Seteprenra cuando quiso formar parte de la Nación Washitaw, una asociación compuesta por negros descendientes de un grupo que se estableció en América del Norte previamente a Cristóbal Colón, según el Southern Poverty Law Center.

«En el 100% de las revoluciones, las víctimas luchan contra los opresores», subraya Long en un vídeo en Youtube titulado «Protesta, opresión y cómo lidiar con los matones». «Han tenido éxito contraatacando a través del derramamiento de sangre. Nadie ha tenido éxito sólo protestando. Eso nunca ha funcionado y nunca lo hará, tienes que luchar, ésa es la única forma de que un matón entienda que te tiene que dejar en paz», añade. El coronel Mike Edmonson, de la Policía del Estado, indicó que «sus movimientos, su dirección, su atención era contra los agentes. Buscaba policías», reconoció Edmonson, que no dio más detalles de lo sucedido. Los compañeros de Jackson, Gerald y Garafola, los tres agentes muertos el domingo, no han aclarado aún cómo Long llegó a Baton Rouge, ciudad que ha protagonizado fuertes protestas tras la muerte de Alton Sterling, el ciudadano negro de 37 años al que dos policías blancos dispararon a quemarropa durante su detención. Y es que en los vídeos, Long asegura haber estado también en Dallas (Texas), donde Micah X. Johnson, otro ex militar negro de 25 años, mató a cinco policías e hirió a otras nueve personas antes de que la Policía acabara con él con explosivos adosados a un robot. «El agresor no era blanco. Era uno de nosotros. Mi religión es la justicia», escribió Long en Twitter, donde alababa la actuación de Johnson. Asimismo, Long escribió que las manifestaciones contra la violencia policial no eran suficientes. A su juicio, la gente debía contestar a los agentes tras las muertes de hombres negros a manos de la Policía.

Long pidió el divorcio a su mujer en febrero de 2011, vivía en un barrio de clase obrera de Kansas City y no tenía ningún antecedente penal. De acuerdo con registros militares, fue infante de marina del Ejército entre 2005 y 2010 y alcanzó el grado de sargento. Entre junio de 2008 y enero de 2009 estuvo destinado en Irak, donde recibió varias medallas. El agresor fue catalogado por el Ejército estadounidense como un «especialista en la red de datos». Long acudió a la Universidad de Alabama durante un semestre en 2012 y fue incluido en una lista de honor de alumnos con buenas notas. Después de estudiar, tuvo «una revelación espiritual» que le hizo dejar la universidad, vender sus dos coches y donar todas sus posesiones materiales. Fue entonces cuando viajó a África, «la tierra de sus antepasados». Tras el viaje, escribió tres libros, que se pueden comprar en Amazon, en los que da consejos espirituales y explica diferentes fórmulas de meditación.

Un negro entre las víctimas

Por mucho que Gavin Long pusiera empeño, al final en su emboscada contra la Policía de Baton Rouge, también se llevó la vida de un agente afroamericano, Montrell Jackson, de 32 años. Precisamente Jackson, había dicho recientemente que era muy difícil para él ser negro y Policía en la ciudad de Luisiana, más si cabe tras la injusta muerte de Alton Sterling. «Éstos son tiempos difíciles. Por favor, no dejéis que el odio infecte vuestro corazón. Esta ciudad debe mejorar y lo hará», había escrito en Facebook el agente. El joven de 29 años también asesinó a Matthew Gerald y Brad Garafola.