Afganistán
Un peligro que viaja a Occidente
l Después de los últimos atentados, ¿cree que los terroristas están capacitados para atentar en los Juegos de Sochi?
–Sin duda. El líder musulmán Doku Umarov ordenó a sus seguidores «utilizar la máxima fuerza en el camino de Alá al castigar este satánico baile». Y a principios de año los hermanos Tamerlán y Dzhojar Tsarnaev atentaron en Boston con escasos recursos. Volgogrado ha sido elegida por ser un nexo ferroviario crucial.
l ¿Piensa que Putin podrá ganar la batalla al terrorismo caucásico o está muy lejos de lograrlo?
–Está igual de lejos que siempre. Lo único que ha sucedido es que esta insurgencia se está trasladando hacia Occidente, al Dagestán y hacia Ingushetia, y atrae a militantes hacia la región. En este sentido, hay vínculos demostrados con Al Qaeda. Es muy improbable que Putin logre acabar con esto. Ya declaró la victoria en 2009 y en 2004. Putin dice que los Juegos serán seguros, y los visitantes de Sochi estaban ya sometidos a fuertes controles de seguridad antes de los atentados.
l ¿Hay peligro de desestabilización real en algunas zonas de Rusia a causa de este tipo de terrorismo?
–Sin duda, es el objetivo de los militantes en su intento de crear un Emirato del Cáucaso, buscan la desintegración paulatina de Rusia.
l ¿Cuáles son las las motivaciones de este tipo de terrorismo en Rusia?
–El origen de este terrorismo es un conflicto que se remonta muchos años atrás. Los chechenos llevan unos 5.000 años reivindicando la región del Cáucaso. Dicha población es suní, con una identidad diferente de los rusos cristianos ortodoxos. En 1991 Chechenia anunció que nunca se uniría voluntariamente a Rusia, y desde entonces las condiciones de vida no han hecho sino empeorar: la mortalidad infantil es elevada y el paro es muy alto. Todo genera un caldo de cultivo.
l ¿Qué diferencias o vínculos ve con el terrorismo islamista enraizado en Oriente Medio, Irak, Afganistán...?
–La identidad religiosa de los terroristas, la fuerte radicalización islámica y el objetivo de crear un Emirato como paso previo a la creación de uno mundial hacen que la situación sea muy parecida a la de Oriente Medio, si no idéntica, porque son dos caras del mismo fenómeno, el islamismo.
l ¿Por dónde podría empezar la búsqueda de una solución al problema?
–Sin duda, por el caldo de cultivo del integrismo. El Cáucaso tiene una fuerte tradición islámica pacífica sufí, que ha sufrido a consecuencia de la proliferación de las madrazas wahabíes con financiación saudí.
*Politólogo y sociólogo de la Universidad de Maryland en College Park
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