Ankara

Un ucraniano intenta sin éxito desviar un avión turco a Sochi

Avión de la compañía Pegasus en el aeropuerto de Estambul
Avión de la compañía Pegasus en el aeropuerto de Estambullarazon

El intento de secuestro de un avión turco hacia Sochi, donde comenzaron hoy los Juegos Olímpicos de Invierno, terminó hoy sin violencia ni víctimas tras horas de tensa espera en el aeropuerto de Estambul, al entregarse el frustrado pirata aéreo.

El intento de secuestro de un avión turco hacia Sochi, donde comenzaron hoy los Juegos Olímpicos de Invierno, terminó hoy sin violencia ni víctimas tras horas de tensa espera en el aeropuerto de Estambul, al entregarse el frustrado pirata aéreo.

El presunto secuestrador, un ucraniano que al parecer actuaba bajo los efectos del alcohol, pretendió acceder a la cabina del piloto del avión, de la compañía turca Pegasus, que estaba volando de Jarkov, en el este de Ucrania, a Estambul, con 110 personas a bordo, según detalla la cadena CNNTürk.

Habib Soluk, subsecretario del Ministerio de Transportes turco, confirmo a la emisora NTV que se trataba de un claro intento de secuestro aéreo.

"El pasajero gritó "Tengo una bomba"y pretendió que el avión se dirigiera a Sochi para aterrizar allí, en lugar de continuar a Estambul, pero no le abrieron las puertas de la cabina", dijo Soluk.

El piloto hizo apagar las luces del avión y continuó su ruta prevista hacia el aeropuerto de Sabiha Gökçen, tras emitir una señal de aviso de secuestro, recibida por las autoridades turcas a las 15.20 GMT, precisa la agencia de noticias Anadolu.

Veinte minutos más tarde dos cazas turcos F-16 despegaron de la base de Balikesir, en el oeste de Turquía, y alcanzaron el avión 18 minutos más tarde cuando este sobrevolaba el Mar Negro.

El gobernador de Estambul, Hüseyin Avni Mutlu, se trasladó al aeropuerto e instaló un centro de crisis, al tiempo que el aeropuerto de Ankara también activó un mecanismo de emergencia, finalmente innecesario.

Escoltado por los cazas turcos, el aparato continuó el vuelo y aterrizó sin problemas, a las 16.04 GMT, en su destino previsto, pero fue dirigido a un área apartada, normalmente reservada para tareas de deshielo de los aviones.

Un importante número de fuerzas de seguridad y equipos de bomberos se trasladaron a la zona y las autoridades del aeropuerto, utilizado tanto para vuelos nacionales como internacionales de compañías low-cost, elevaron al máximo nivel la alerta de seguridad.

Los vuelos se interrumpieron durante tres horas, pero volvieron a reanudarse con normalidad a las 19.00 GMT, según el diario Hürriyet.

Tras algo menos de una hora, en las que el avión permanecía bajo observación de los equipos turcos de seguridad, y con las puertas cerradas, el piloto emitió una señal de que todos "estaban bien".

Finalmente, unidades especiales de las fuerzas de seguridad turcas accedieron al avión, donde se les entregó el frustrado pirata, aparentemente sin que mediara violencia.

Según la emisora NTV, fueron los propios pasajeros y azafatas del avión que habían conseguido neutralizar al secuestrador, y unos vídeos aparentemente filmados con móviles dentro del avión, tras el aterrizaje, muestran a los pasajeros en calma.

Los agentes trasladaron al supuesto secuestrador a las dependencias de seguridad para proceder a un interrogatorio, al tiempo que otros equipos siguieron trabajando en el aparato para detectar riesgos de seguridad.

Según Anadolu, que cita fuentes de los servicios secretos de Ucrania, el frustrado pirata tiene 45 años, y no llevaba ni una bomba ni otras armas, aunque sigue la incógnita sobre sus motivos de querer desviar el avión a la sede de los Juegos Olímpicos de invierno, que se inauguraron hoy.