Irán
Una guerra fría regional
–¿Cómo va a afectar el éxito del pacto a la seguridad en la región y a las relaciones de Arabia Saudí e Israel con Irán?
–El pacto nuclear iraní es un enorme desastre para los países suníes y para Israel. El Departamento de Estado estadounidense sigue clasificando a Irán como uno de los Estados que financian el terrorismo internacional. Los más de 100.000 millones de dólares que Teherán puede llegar a ingresar tras el levantamiento de las sanciones contribuirán a financiar el ultranacionalismo iraní contra Israel, los civiles sirios y Yemen. Irán también inyectará más dinero a Hizbulá, su aliado estratégico en Líbano y cuyo brazo armado está considerado como entidad terrorista por la UE. Como resultado del incendio de la Embajada saudí en Irán, Riad ha vuelto a iniciar conversaciones con Pakistán para colaborar en asuntos de defensa. Es probable que, tras el acuerdo iraní, Arabia Saudí trate de hacerse con armamento nuclear para defender sus propios intereses ante Irán. En pocas palabras, creo que se va a lograr justo lo contrario de lo que Obama pretendía con el acuerdo de no proliferación.
–¿Qué supone el levantamiento de las sanciones para la economía iraní?
–La principal pregunta es quién va a beneficiarse del «boom» económico. Después de todo, la retirada de las sanciones va a contribuir a inyectar más de 100.000 millones de dólares a las arcas iraníes. Los principales beneficiados de esto, sin embargo, van a ser el régimen clerical y su aparato de seguridad, la Guardia Revolucionaria iraní. La clase trabajadora del país continuará sufriendo y luchando por llegar a fin de mes. El final de las sanciones va a resucitar el sector energético del país. Como estimación aproximada, el país podría ingresar unos 10.000 millones de dólares por los beneficios derivados de las exportaciones petroleras. Sin embargo, no está claro cuánto de este dinero será usado por el régimen para financiar el terrorismo internacional.
–¿Qué significa el acuerdo para Rohani?
–Es probable que el pacto haga avanzar su régimen de cara a las elecciones parlamentarias de febrero. Rohani prometió resolver la crisis de sanciones y lo ha conseguido. Sin embargo, hay que recordar que el presidente ha fracasado en el aspecto de los derechos humanos. Sólo en 2014, Irán ejecutó a 743 personas, entre ellos 14 menores. La sociedad iraní reclama un Gobierno democrático que releve a este régimen tiránico.
*Investigador miembro de la Fundación por la Defensa de las Democracias
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