Crisis migratoria en Europa
Una sola salida: cooperación mutua
El análisis
– ¿Cree que el nuevo acuerdo de cuotas con la negativa del Este europeo marcará aún más las divisiones en la UE?
–La solución de las cuotas a corto plazo, probablemente conducirá a que la brecha entre Europa oriental y occidental sea más amplia. Sin embargo, la división entre Oriente y Occidente no es tan clara cuando vemos que un país como Francia no se niega a aceptar este sistema, pero que en la práctica no dispone del material para ofrecer refugio a los miles de migrantes. A largo plazo, esta división no durará, porque los países de Europa del Este tienen mucho más que ganar cooperando con el resto, que viceversa. En el Este siguen siendo receptores neto de dinero procedente de países como Alemania y Bélgica. El resto de Europa ayudó en gran medida a los países ex comunistas en su transición democrática y su cambio a las economías capitalistas. Todo esto ha reforzado la necesidad de una cooperación continua.
– ¿Cómo hará frente la UE a los migrantes que seguirán viniendo y que sobrepasarán los 160.000 asignados?
– Para la UE el sistema de cuotas es la única solución real. No porque lo dicte un tratado, sino por humanidad. Europa no debe cerrar sus fronteras a los que ahora precisan de seguridad y refugio. Los migrantes traerán problemas en algunos casos, es cierto, pero la alternativa a acogerlos es ignorar la crisis como lo vienen haciendo muchos países de Oriente Medio desde hace años. Europa finalmente ha elegido la opción más justa y humana que hay. En el futuro, sin duda, traerá más refugiados, sin embargo, el acuerdo de unas cuotas ofrece una sólida base de apoyo y muestra al mundo que la UE no huye de su obligación moral.
–¿Son las vallas la solución para no permitir que los refugiados se muevan por Europa?
–El cierre de las fronteras no es algo que los países europeos estén dispuestos a plantearse, ni siquiera a discutir. Europa, liderada por Alemania, sigue dispuesta a ayudar a los inmigrantes a encontrar un hogar seguro. Otro punto es que los países no están autorizados a cerrar sus fronteras a los refugiados políticos, algo acordado en el Convenio Europeo de Derechos Humanos. Cerrar fronteras, no sólo es inhumano sino también ilegal.
*Investigador principal del «think tank» European Student.
Preguntas de Taylin Aroche
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