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Una juez bloquea el veto de Trump a ciudadanos de países musulmanes
Egipto impide volar a Estados Unidos a una familia iraquí
Una juez federal de Nueva York ha emitido este sábado un aplazamiento de emergencia que temporalmente bloquea la orden ejecutiva por la cual el Gobierno de Estados Unidos ha impedido la entrada al país a nacionales de siete países musulmanes.
Una juez federal de Nueva York ha emitido este sábado un aplazamiento de emergencia que temporalmente bloquea la orden ejecutiva por la cual el Gobierno de Estados Unidos ha impedido la entrada al país a nacionales de siete países musulmanes.
Así, en virtud de este aplazamiento, las personas que hayan aterrizado en aeropuertos estadounidense con un visado válido podrán entrar, temporalmente, en el país.
La Unión Estadounidense por las Libertades Civiles (ACLU) llevó el caso a los juzgados este sábado con el fin de bloquear la deportación de migrantes que entró en vigor este mismo sábado tras la firma de un decreto presidencial.
El decreto suspende durante cuatro meses las concesiones del estatus de refugiado e impone una moratoria provisional a la entrada de ciudadanos de siete países de mayoría musulmana: Irán, Irak, Siria, Yemen, Sudán y Libia.
La ACLU estima que esta decisión judicial afectará a entre 100 y 200 personas que ahora mismo están retenidas en aeropuertos estadounidenses, sin embargo no existen cifras oficiales sobre los pasajeros que se encuentran en esta situación.
Tal y como ha informado la cadena ABC, esta tarde se registraban 27 casos. Así, 11 personas permanecían detenidas en el aeropuerto John F. Kennedy de Nueva York, mientras que otros pasajeros han sido detenidos o devueltos en los aeropuertos de Chicago, Dallas y Filadelfia, informa Europa Press
Primeros arrestos de refugiados en los aeropuertos de EE UU
Ya volaban hacia Estados Unidos cuando el presidente Donald Trump firmó el viernes el controvertido decreto que prohíbe la entrada de refugiados y cualquier individuo de Irán, Irak, Siria, Libia, Somalia, Sudán y Yemen. Fue pocas horas después, por la noche, cuando se detuvo a dos iraquíes en la Terminal 4 del aeropuerto John F. Kennedy de Nueva York, el mayor en tráfico de salidas y entradas internacionales del país.
Hameed Khalid Darweesh había trabajado para el Gobierno estadounidense en Irak durante diez años, hasta que le concedieron el visado de refugiado junto con su familia el 20 de enero, día de la toma de posesión de Trump. A él lo detuvieron tras aterrizar por la noche. En cambio, a su mujer y sus dos hijos los dejaron pasar el control de pasaportes y aduanas. Darweesh fue liberado tras nueve horas retenido gracias a la intermediación de dos congresistas. Mientras, Hider Sameer Abdulkhaleq Alshawi, el otro arrestado, había llegado a Nueva York para reunirse con su esposa y su hijo, que viven en Houston (Texas).
Al no aparecer por la puerta de salidas, sus abogados, que previamente habían tramitado sus visados de entrada en el país, comenzaron a buscarles. Se sucedieron a partir de entonces momentos de tensión creciente entre ellos y las Fuerzas de Seguridad, que les impedían ponerse en contacto con los dos iraquíes. «¿Con quién tenemos que hablar?», preguntó Mark Doss, abogado de Proyecto de Asistencia del Refugiado Internacional (IRAP, por sus siglas en inglés). «Con el presidente. Llame al señor Trump», le contestó un agente de Frontera y Aduanas del aeropuerto JFK en el pasillo de salidas de la Terminal 4. «Nunca hemos tenido un problema con ninguno de nuestros clientes en ningún puerto de entrada. Es impresionante ver a personas detenidas de forma indefinida en un país que se supone que tiene que darles la bienvenida. Son personas que tienen visados válidos y sus peticiones de refugiado son legítimas», denunció Doss. Los letrados han presentado una solicitud de hábeas corpus, que proclama el derecho de todo ciudadano detenido de comparecer de manera inmediata y pública ante un tribunal.
El presidente aseguró que no es una prohibición a los musulmanes: «Está funcionando muy bien. Lo veis en los aeropuertos. En todas partes», y añadió: «Vamos a tener una prohibición muy, muy estricta».
La orden de Trump ya está provocando un efecto en cadena internacional. Varias aerolíneas han informado ya de que no trasladarán a EE UU s a ciudadanos de los países vetados. Por su parte, el Gobierno iraní anunció que prohibirá la entrada de estadounidenses en su territorio.
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