Conflicto IsraelPalestina
Yitzhak Reiter: «La inseguridad hace que la colocación de detectores sea comprensible»
Yitzhak Reiter es catedrático del Colegio Académico de Ashkelon y del Instituto Jerusalén para el Estudio de Israel, y uno de los grandes expertos sobre el conflicto árabe-israelí.
–El siempre delicado equilibrio en el Monte del Templo de Jerusalén se alteró el pasado viernes cuando dos policías israelíes fueron asesinados allí . ¿Cómo evalúa la reacción de Israel?
–La decisión del Gobierno israelí y de los responsables de la seguridad de cerrar el Monte del Templo por dos días para buscar armas, detener sospechosos y prepararse para nuevas medidas de seguridad fueron la expresión más fuerte de lo que Israel suele alegar: que es el actor soberano en el Monte del Templo. Recordemos que hasta ahora, en la práctica, Israel ha evitado imponer plenamente su soberanía en el lugar.
–¿Por qué?
–En parte por temor al estallido de enfrentamientos violentos en Jerusalén y sus alrededores y, en parte, por evitar críticas árabes e internacionales.
–Estas críticas han llegado ahora, especialmente desde el mundo árabe musulmán, por la colocación de detectores de metales en tres de los accesos a las mezquitas, que han sido reabiertos a los musulmanes.
–Así es. Es algo que Israel había evitado hasta ahora, aunque pasar los detectores de metales es una medida de seguridad muy comprensible, lógica. Pero Israel ha evitado otras cosas hasta ahora, como por ejemplo la colocación de una red telescópica sobre el Muro de los Lamentos, el santuario judío, que tendría como objetivo impedir que desde arriba se apedree a los fieles judíos que allí rezan. Ésta y otras medidas han sido evitadas hasta ahora.
–¿Cómo analiza el cambio en la posición del Ejecutivo israelí?
–Israel colocó el pasado domingo detectores de metales porque el atentado fue perpetrado con armas introducidas al Monte del Templo. Fue eso lo que hizo que las autoridades tomaran plena y exclusiva responsabilidad por la situación en el lugar. Israel dio pasos para mostrar que es el actor soberano en el Monte del Templo, pero tendrá que actuar con cautela de no ir demasiado lejos porque puede llevar a un serio deterioro de la situación.
–La posición de Israel es que no pretende cambiar el statu quo. Los musulmanes seguirán gestionando las mezquitas. Sólo ellos pueden rezar en el monte, mientras que los no musulmanes sólo pueden ir de visita.
–Yo creo que hizo muy bien el primer ministro Netanyahu al recalcar que no hay intención ninguna de cambiar la situación. Hay que recordar que lo que a ojos israelíes es natural y necesario por consideraciones de seguridad, para los musulmanes es una «prueba» de que Israel realmente aspira, como ellos creen, a apoderarse del santuario que es el tercero más sagrado del islam.
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