Albacete
Iván Ferreiro: «No sólo tenía canciones tristes, sino llenas de mierda»
Cantante
Trabajando las letras, picando piedra. Con aliento autobiográfico, pero sin pasarse. Así trabaja Iván Ferreiro desde sus comienzos, pero necesitaba un cambio. Y ha llegado en su disco más ambicioso, «Val Miñor - Madrid. Historia y cronología del mundo», un trabajo en el que se filtra la luz y entran ganas de jugar, y que presenta mañana en Madrid con lleno absoluto en La Riviera. Gusta la nueva piel de Ferreiro.
-Tiene el disco una energía diferente a sus trabajos anteriores.
-Sí. Amaro y yo la estábamos buscando, porque habíamos gastado un montón de canciones oscuras y teníamos la ilusión de hacer disco que se pareciera más a nosotros. Creo que en los discos anteriores volcábamos las basurillas y las obsesiones, y creo que nos pusimos un poco amargos en algún momento. Necesitábamos probar, aunque nos parecía más difícil, porque ante todo, no queríamos parecer leves. Ya sabes, la felicidad, las vacaciones y unas playas de la hostia... eso no lo queríamos.
-¿Les llevó mucho trabajo?
-Es que llevábamos dos años de gira en acústico y ya teníamos la coña entre nosotros de las canciones tristes y las alegres. No sólo teníamos canciones que eran muy tristes, sino que algunas estaban simplemente llenas de mierda. Tenían una cantidad de cosas feas importantes, una mala hostia... y la llamábamos «la zona sucia» de nuestro repertorio. Pero lo mejor de todo es que mientras hablábamos de esos temas, nos partíamos de la risa. Nos dimos cuenta de que eso no podía ser. Tocar canciones tristes y estar muertos de risa no es coherente.
-Mucha gente tenía una imagen de usted como una persona depresiva.
-Pues soy cero atormentado, me considero una persona sana. Y este es un disco de amor realmente. Yo empecé una relación nueva y mi hermano también. Lo cierto es que en los últimos años, nuestra vida emocional y personal nos ha llevado por un montón de caminos y hemos estado buscándonos a nosotros mismos como cualquiera, no de forma especial ni en sitios especiales, pero se reflejaba en las canciones. Y entramos en un sitio de puta madre y hablábamos de cosas bonitas y tocábamos más rápido. Fuimos investigando sobre las emociones. El título refiere a la idea de contar una historia nueva, pero no hacerlo desde el pasado sino desde el presente. La historia del mundo es ahora.
-No renuncia a su manera intensa de escribir.
-Es denso, sí. Lo intentamos evitar, pero es que nos sale, porque la frontera entre quedarnos ñoños o contar algo emocionante es mucho más difusa en el mundo de la felicidad que en la del tormento. Si en la tristeza metes una palabra fuerte, no pasa nada, pero si colocas una demasiado blanda en el alegre, te quedas diciendo una estupidez y en las canciones de amor... Queríamos ser tan profundos y serios como antes, pero con miedo a sonar cursis.
-Han incluido un juego de mesa dentro del disco. ¿Tan mal va la industria?
-Mi primera idea era la apariencia de enciclopedia, pero pensé que era gracioso convertirlo en un juego de mesa como si fuera un plan ambicioso que se queda en una broma. El viaje de Val Miñor a Madrid habla de mis dos casas, y del resto del mundo que es donde me paso la vida. Porque el camino de un sitio a otro no es necesariamente la carretera de Benavente, sino que da muchas vueltas. Creo que en el disco hay sensaciones de no estar en ninguna parte. Como una historia de alguien que... (cambia la voz) Es domingo, y voy en una furgoneta, pero, como me quedé dormido, no sé exactamente dónde estoy, si ya pasé Albacete o qué. Esa es mi situación. Y estamos en el medio de todo eso, esa es la península en la que nos movemos.
-¿Es posible que el disco, cómo usted, tenga dos almas: una más nostálgica, gallega, y otra más festiva, Madrid?
-Acaban mezclándose. Val Miñor es punto de partida y es mi casa, pero Madrid acaba siendo mi hogar. Y ahí está el mensaje de amor que acaba saliendo del disco, que es: mi casa está donde estás tú. Cuando estás solo, te sientes cómodo en cualquier lado, pero si ella vive en otra ciudad, yo vivo donde esté esa chica. Y en mi caso, mi relación es estar de gira. Y mi vida en común a veces se da en un hotel asqueroso, o en un camerino que podría estar en cualquier sitio.
- Cuándo: Hoy, 20:45 horas.
- Dónde: La Riviera. Paseo de la Virgen del Puerto s/n. Madrid.
- Cuánto: entradas agotadas.
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