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José Mercé: «Hemos abusado mucho de la fusión y el mestizaje»

Renovador de la tradición y superventas del flamenco, el cantaor de Jerez será uno de los platos fuertes del Suma Flamenca la semana que viene

Sentimiento flamenco en Mercé, que a los 13 años grabó su primer disco porque lo lleva en la sangre: es bisnieto de Paco Luz y sobrino de Manuel Soto «Sordera»
Sentimiento flamenco en Mercé, que a los 13 años grabó su primer disco porque lo lleva en la sangre: es bisnieto de Paco Luz y sobrino de Manuel Soto «Sordera»larazon

De Mercé han escrito: «Hay algo que lo convirtió en maestro muy pronto. Es el eco, el sonido, esa íntima cualidad expresiva en la que el tono y el ritmo se alían en un admirable modo de entender e interpretar el flamenco». No lo escribió un cualquiera, sino un poeta, flamencólogo y premio Cervantes: José Manuel Caballero Bonald dice que Mercé posee la «oscura raíz del grito» a la que sólo acceden los gitanos. Esa segunda expresión se la robamos a otro don nadie: Lorca. José Mercé es tradicional en el cante en directo y revolucionario en los discos. Tan revolucionario que es el artista flamenco que más copias ha vendido. «Mercé entendió que todo arte popular debe renovarse para estar vivo, sin que eso suponga renunciar a sus atributos. Es un magnífico continuador de esa legítima voluntad creadora, que demuestra su facultad de convertir en flamenco temas de muy variada procedencia. Es uno de los grandes cantaores de las últimas décadas», dice Caballero Bonald. Con ese ánimo se presenta en el Suma Flamenca de Madrid con su espectáculo «Sentimiento Flamenco», acompañado por Diego del Morao, hijo del fallecido Moraíto Chico, mítico guitarrista y acompañante habitual del cantaor, y junto con sus palmeros, Mercedes García «Merce» y Manuel Pantoja «Chícharo».

–Dice Caballero que es usted un renovador del cante.

–Vengo desde el año 98 cuando grabé «Del amanecer» con Vicente Amigo y después «Aire», con Isidro Sanlúcar, que es el disco más vendido de la historia del flamenco, con un objetivo. Trabajar para la gente joven. Hace 20 años, a los más jóvenes les daba hasta miedo acercarse. Pensaban: «¿Qué hago yo aquí?». Era un ambiente muy cerrado. Y la forma de llegar a ellos fue haciendo este tipo de discos en los que pudieran entender la letra, que fuera incluso cotidiana, con sucesos del día corriente. Esta mañana han pasado unos chavales por delante de mí porque me hacían fotos. Y me gritaban: «¡Monstruo!». Y eso me enorgullece, me llena el alma y el corazón, porque estoy trabajando por ellos, porque el futuro del flamenco es la gente joven.

–Pero para cualquiera que quiera saber algo no puede descuidar la base...

–Que se agarren al flamenco es lo más importante. Después, que se interesen en buscar la raíz y la base. Yo seguiré haciendo mi parte.

–¿Cómo?

–Pues en cuanto termine la gira de mi último disco, «Mi única llave», que me llevará por España y también por toda América, llegará el momento de hacer la antología. Voy a hacer una antología nada didáctica. Mi intención es cantar todos los palos posibles del flamenco para dejarlo ahí para el futuro, para los nuevos, y porque hace mucho que no se hacen antologías. Las que hay son antiguas y didácticas.

–¿La suya será más jonda?

–Serán los cantes básicos: diez palos de soleás, otros tantos de seguiriyas... porque es la forma de dejar algo para las nuevas generaciones que vienen.

–¿Usted sigue recurriendo a los antiguos?

–Siempre. Es lo más vanguardista hoy en día... Si quieres sonar lo más fresco, ése es el cantar natural. Con tantas tecnologías nos hemos ido alejando de la base y la raíz del flamenco. Voy a coger las riendas, que ya quedan pocos de mi generación. Se han ido grandes maestros y hay que atender a esto. Volver a ponerle mucha fuerza e intentar decir las cosas como son. Estamos abusando mucho de la fusión y el mestizaje y olvidamos la auténtica raíz del flamenco.

–Lo dice con responsabilidad...

-Hay cantaores jóvenes que hacen las cosas bien y nadie les hace caso. Yo aprendo mucho de la gente joven. Pero también es necesario que se involucre gente como la Sociedad General de Autores (SGAE). Voy a hablar con ellos para sacar este proyecto adelante.

–Sin embargo, en su último disco, «Mi única llave» (EMI), no se queda en un flamenco desnudo, sino que va más allá.

–Pero el repertorio es total. Suena flamenquísimo en esta época y creo que hacía mucho tiempo que no se grababa algo así. Tuve la suerte de la producción de Javier Limón y de tener las mejores guitarrias de acompañamiento, como Tomatito, Pepe Habichuela, Diego del Morao, Manuel Parrilla... Y con otros grandes músicos al piano, trompeta... y un niño de Jordania de 19 años, Layth Al-Rubaye, que cuando toca el violín alucinas en colores. Va a ser un disco importante, creo que va a perdurar.

–En los últimos tiempos se han ido algunos grandes como Morente y Moraíto Chico.

–Me pesa muchísimo, todavía. Morao nació en mi barrio, ha sido mi guitrarrista y somos casi familia. Ahora tengo conmigo a su hijo, pero él siempre estará con nosotros. En el final del siglo pasado ha sido la mejor guitrarra de acompañamiento. Tenía un don, que yo no sé de dónde venía, que con rasguear la guitarra te daban ganas de cantar. «El hombre del soniquete» (ríe). Esa forma de tocar era increíble. A un mudo lo hacía cantar. Y Enrique Morente ha sido un gran maestro y gran amigo mío, hemos trabajado mucho juntos. Se ha ido más gente importante, como Enrique de Melchor.

–En ese disco le ha grabado un homenaje a Moraíto especial.

–Sí... porque cuando se enteró de su fallecimiento, Alejandro Sanz quiso hacer algo. Él es un enfermo del flamenco, lo lleva en la sangre. Y compuso una letra que me hizo llorar. Y que tenía que ser una bulería, cómo no.

–Y un «Martinete balcánico» que es espectacular.

–Soy el primer sorprendido. Esa canción fue un directo que grabamos con un coro de niños de un colegio en Boston, donde hicimos parte del disco. Me dijeron que escuchase, a ver qué me parecía. Y me encantó. Empecé a templarme y lo que me salió fue el cante más primitivo del flamenco, el martinete. Todavía lo escucho y me quedo maravillado porque de verdad que no sé cómo salió.

–¿Por qué lo de «balcánico»?

–No sé, íbamos a ponerle «volcánico»... (risas). Y se quedó así porque también le pegaba...

- Cuándo: martes, 11. 20:00 horas

- Dónde: Teatros del Canal. Sala Roja

- Cuánto: de 12 a 20 euros.

Para no perder el compás

- Gerardo Nuñez: «Travesía.

Teatro de La Abadía, hoy.

- Carmen Cortés, «Piezas únicas».T. de La Abadía, mañana. l Javier Barón, Esperanza Fernández y Manolo Franco: «En clave de 6. Teatros del Canal, miércoles 12.

- Ginés García Millán, Agustín Carbonell «El bola»: « Y sin embargo, Juan de Mairena».

T. de La Abadía, jueves 13.

- Carmen Linares. Teatros del Canal. Sábado 15

- Rojas y Rodríguez. «Titanium». Teatros del Canal, sábado 15 y domingo 16.

- Juan Valderrama, Antonio García Barbéito. «La palabra del cante». Sábado, 15.

- La Laura, Antonio Moreno «Cancu». Samara Losada. «Generación 2.0. Ellas y ellos flamencos».T. Galileo, jueves 20.