El personaje de la semana: Barak Obama

El déficit público de Estados Unidos que alarma a los del elefante (los republicanos) no se queda en América, sino que afectará al área de Asia-Pacifico y a la atribulada Europa. Obama ha logrado tres meses de plazo para evitar un «abismo fiscal» sobre recortes a los pudientes y a los desheredados, poniendo, además, en peligro su reforma sanitaria más o menos mitad y mitad de lo previsto. Obama (los del burro) han cedido en la progresividad fiscal hasta los que ganen individualmente 450.000 dólares anuales. Los del elefante se arriscan en que los ricos benefician al país y que lo necesario es recortar los gastos estatales. Si descartamos Irak, a Obama le queda una guerra a plazo fijo. Napoleón dijo que para la guerra hacían falta tres cosas: dinero, dinero y dinero. Eso supondría que los cuatro años de Obama serían neoaislacionistas (un 19% de recortes en gastos militares) y una reorientación de la política exterior. En su primer mandato, Obama apenas visitó Europa, pero sí Egipto para dar una conferencia deplorable en la que reivindicó Andalucía como árabe. La vieja alianza se afloja. A Obama le interesa China. Son sus mayores tenedores de deuda. Angela Merkel es sólo la madrastra de Blancanieves.