La Razón del Domingo
«¡Venís a mendigar nuestra Sanidad!»
Una estudiante sevillana es insultada en un hospital de Inglaterra cuando iba a curarse de un esguince
Poco imaginaba la sevillana Bárbara Iniesta, de 21 años, que un hecho acaecido el pasado sábado se le quedaría impreso en la memoria. Tras sufrir lo que presuponía un esguince, y acompañada de dos amigas, otra española y la nigeriana Gina Thompson acudió a las urgencias del Hospital de Ipswich, en Suffolk, (Reino Unido) para saber el alcance de su dolencia en el talón y dedos del pie. «Sentadas en la sala de urgencias, con no menos de veinte personas de testigo, vimos cómo se dirigía hacia nosotras una mujer de mediana edad, totalmente fuera de sí –relata la estudiante hispalense–. Primero masculló y despotricó hacia la nada, pero luego se abalanzó sobre nosotras, y al presuponer que éramos extranjeras, nos increpó»:
–Británica: «Lo que le ha pasado a este jodido país... ¿De qué país eres?»
–Bárbara: «España».
–Thompson: «¿Qué importa de qué país soy?».
–Británica: «Porque pagamos impuestos gilipollas y nos estamos hundiendo en esta crisis».
–Thompson: «No me llame gilipollas».
–Británica: «¡Abusáis! Venís por aquí alegando pobreza y yo no estoy bien. Venís mendigando nuestra Sanidad».
–Thompson: «Usted no me llama gilipollas, no lo acepto, no puede venir e insultarme en mi cara, no lo hará... llamarme gilipollas... ¿está bien?».
–Británica: «Pues no lo aceptes, gorda gilipollas».
La británica de la grabación, que puede verse en las redes sociales, responde al nombre de Elizabeth Ward-Buck, de 51 años, y finalmente fue arrestada por un grupo de enfermeras, paramédicos y guardias de seguridad, no sin antes decir a voz en grito: «Hay una revolución en marcha aquí, en este país». Posteriormente, sería acusada de dos cargos de asalto con agravante racial, dos de asalto y uno de agresión a un agente de Policía, cinco cargos. Tendrá que declarar en los juzgados el próximo 20 de febrero, donde las tres agredidas, comparecerán como testigos, al no haber presentado cargos contra ella. «Gran Bretaña tiene una larga tradición institucional de enfrentarse a temas de racismo y xenofobia. No es preciso que la víctima ponga una denuncia. Sólo el año pasado hubo 64.000 incidentes y delitos de odio, según el Ministerio de Interior», aclara Esteban Ibarra, presidente del Movimiento Contra la Intolerancia, que este año celebra sus dos décadas de existencia.
«No entendía su inglés»
Su amiga nigeriana, Gina, fue la responsable de tal grabación registrada en su teléfono móvil. «Estaba avergonzada –relata Gina–, sólo podía responder a sus increpaciones. Atrapada entre sus gritos, únicamente podía esbozar una sonrisa nerviosa. Nos miraba todo el mundo mientras ella gritaba que llegamos a "su país"para suplicar caridad alegando pobreza. Soy una estudiante internacional, natural de Port Harcourt (Nigeria) y que pago 13.000 euros en gastos de matrícula. No mendigo nada».
La sevillana se sentía insegura y un tanto agitada: «No entendí por qué se dirigió a nosotras, y después tampoco, porque dada su vehemencia no comprendía lo que me decía en inglés. De ahí que delegara en Gina, para que continuara con la conversación, dado que su dominio del idioma es mejor que el mío», resume la estudiante de Derecho y Dirección y Administración de empresas que lleva desde septiembre en la localidad de Ipswich, de 128.000 habitantes, y que no había percibido ni el más mínimo desaire por ser extranjera. «Te quedas rara –resume–, porque jamás pensé que me podía pasar algo así. Presupones que sucede con otras razas, otras culturas, y también así te duele e indigna, pero nunca imaginé que entre dos europeos, pudiera suceder esta escena. Inglaterra es el país de la tolerancia, la multiculturalidad, la diversidad... Creo que esto tiene más que ver con la crisis económica y que somos muchos los españoles que estamos estudiando o trabajando por toda Europa».
Esteban Ibarra va un poco más allá en este episodio y considera que «hay que interpretarlo como un aviso serio: la "acosadora"no es una enferma, es una fanática. Tenía dos claros argumentos: la Sanidad y los impuestos, luego se desprende que la crisis alienta el miedo, incluso contra una nacionalidad que no pensaba ser víctima de ese odio, como la nuestra. Miedo, paro y prejuicios, sumados a propaganda mediática, conllevan odio, xenofobia y racismo».
La joven estudiante Bárbara Iniesta, a quien le quedan cuatro meses de estudio allí, templa la situación: «La imagen de Grecia, Italia, Portugal y España en el resto de los países es un poco dura dado el momento económico, pero yo no ceso de repetir que hay que tener esperanza, que nada puede permitir que el viejo continente se desuna».
Un resurgir del racismo en Europa
Según datos del Movimiento contra la Tolerancia, vivimos un resurgir de grupos neonazis, especialmente afincados en el mundo ultra del fútbol inglés. «Existen células que dictan un "día de caza del latino", "día de caza del italiano"o "día de caza del español». En política, los más extremistas son los pertenecientes a «Blood and Honour» –Sangre y Honor– que es una organización de skinheads que últimamente demuestran más salvajismo y xenofobia. Pero la alarma se propaga por Europa: Amanecer Dorado en Grecia vive un ascenso espectacular, como se pudo ver hace una semana con la congregación de 30.000 seguidores de estos neonazis en Atenas con una marcha de antorchas.
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