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Cuidado facial

Así debemos cuidar nuestra piel en la menopausia según una dermatóloga

Te contamos qué ingredientes son necesarios para la dermis en tu rutina de día o de noche

Mujer 50+ haciéndose el skin care. Pexels

La menopausia es una etapa natural de la vida y debemos abrazarla con totalmente llaneza, amor y cuidado. Una de sus consecuencias perjudica directamente en la salud y apariencia de la epidermis marcada por profundos cambios hormonales. Comenzamos a notar una disminución del colágeno, una reducción de la hidratación natural, una pérdida de la elasticidad o cambios de pigmentación. Sin embargo, con unos adecuados cuidados dedicados únicamente a esta situación bastará para combatir contra estas problemáticas y volver a tener una piel más luminosa, saludable y jugosa.

La dermatóloga Doctora María Garayar comenta que durante los primeros cinco años postmenopáusicos, la piel puede perder hasta un 30% de su colágeno. De ahí la importancia de cuidar la piel de forma preventiva, incluso antes de la menopausia, así como mantener una rutina adaptada a esta etapa. Una de las curiosidades es que muchas mujeres descubren que su piel cambia de tipo, es decir, si eran mixtas se vuelven secas y esta situación requiere reformar su cuidado. Ahora bien, ¿cómo debemos comenzar a cuidarnos la piel a partir de la menopausia? Una pregunta que todas nos haremos en algún momento de nuestra vida. Cabe destacar que es totalmente relevante asistir a un especialista para hacer un diagnóstico de tus necesidades, puesto que cada persona es un mundo. No obstante, hemos hablado con la experta en dermatología para ser previsoras en líneas generales.

¿Qué ocurre en nuestra piel a partir de la menopausia?

"La piel es uno de los órganos más afectados por la disminución brusca de estrógenos que se da en la menopausia. Este descenso afecta directamente a la estructura y función de la piel", comenta Garayar. Tampoco debemos olvidarnos del pelo en el que también tienen gran importancia estas hormonas. Notaremos menos densidad, menor grosor y cambios en la calidad de nuestra melena. La pérdida de densidad capilar y cambio de la textura del pelo también es muy habitual y podremos realizar tratamientos médicos orales y pinchados en clínica.

Existen patologías propias de la menopausia y otras que empeoran por la edad en sí. La sequedad extrema también puede desencadenar picor o dermatitis. Además, la piel puede volverse más sensible a productos que antes eran bien tolerados. También puede aparecer el acné adulto, que, para solucionarlo, se pueden usar activos como el ácido salicílico o la niacinamida, combinados con hidratantes ligeros y no comedogénicos. Como bien comenta la experta, para la sensibilidad o rojeces, es mejor optar por reforzar la barrera cutánea. Será un momento ideal para tratamientos láser como el láser Co2, la radiofrecuencia con agujas o inyectables que nos ayuden a producir más colágeno.

Así debemos cuidarnos la piel a partir de la menopausia: rutina de día Vs rutina de noche

A partir de la menopausia, la rutina de día debe centrarse en proteger la piel con el fotoprotector solar e hidratar profundamente. Al producirse una sequedad generalizada, seguramente nos beneficiemos de utilizar cosméticos con texturas en crema en vez de gel o gel-crema. En cambio, durante las noches utilizaremos principios que promuevan la producción de colágeno y elastina para combinar el aumento de flacidez. Por lo que, haremos recurso de principios como los retinoides o los alfahidroxiacidos, siempre adaptando la concentración a la tolerancia de la piel.

La dermatóloga Garaya hace hincapié en que lo más importante en el cuidado de la piel durante la menopausia es la constancia y la protección solar diario. "Además, es importante escuchar a la piel, ya que puede volverse más reactiva. Hidratar en profundidad y mantener una rutina sencilla pero eficaz es clave", añade.

Existen ingredientes imprescindibles que deben estar presentes en las fórmulas. Entre ellos encontramos el ácido hialurónico, el retinol o retinal (para estimular el colágeno), la niacinamida, las ceramidas o los péptidos, que también son muy recomendables. "En cuanto a productos, un buen limpiador suave, un sérum antioxidante, una crema nutritiva, un retinoide y un fotoprotector de amplio espectro no deben faltar. Dependiendo de cada caso, se pueden añadir productos específicos para tratar hiperpigmentaciones o parologias concretas", acentúa.

Nuestra dermis necesita una atención más exhaustiva durante la menopausia, pero no quiere decir que vaya a envejecer mal. Solamente necesitamos un cuidado profundo y con mucho mimo, delicadeza y constancia.