Belleza
Diez consejos para cuidar el cabello en verano
“El pelo es una grabadora de tus actos, refleja lo que has comido, dónde has estado, lo que has hecho...”. La afirmación es de Marilyn Sherlock, presidenta del Instituto de Tricología de Reino Unido, ciencia que estudia el cabello, y guarda una gran relación con estos consejos para cuidar el pelo durante elverano que desde iGrow ofrecen complementados con la experiencia de la dermatóloga Cristina Serrano y la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV). Queda menos de un mes para que comience la temporada estival y el cuidado que hagamos de nuestro pelo durante esta etapa del año se reflejará en los próximos meses. El cabello influye notablemente en el estado de ánimo de las personas, y hoy es un factor determinante a la hora de mostrar confianza y seguridad en uno mismo, cuidémoslo siguiendo este decálogo.
1. Lavar el pelo no es perjudicial. Una de las preguntas más comunes que hay en torno al cabello es si resulta conveniente lavarlo a diario, incluso si es conveniente lavarlo más de una vez al día —en el caso de los hombres con pelo corto, asocian el momento de la ducha también al lavado del cabello, y puede que esto ocurra un par de veces al día o más, según la actividad—. “El cabello se tiene que lavar las veces que sea necesario para mantener una limpieza. Algunas personas tienen que lavarlo a diario, mientras otras porque no suden, tengan menos grasa, un cabello más seco, lo hacen sólo un par de veces en semana”, aclara la doctora Serrano. Sí que hay que ser cuidadosos con los productos que utilizamos, no vale cualquiera, hay que tener especial cuidado con aquellos que contienen un alto nivel de detergente. Lo ideal serían productos con ingredientes naturales. En cuanto a la hidratación, el acondicionador debería aplicarse en cada lavado, mientras que el uso de la mascarilla debería estar reservado a un par de veces por semana durante el verano. Un apunte más: elige champú y acondicionadores que estén diseñados para aportar hidratación —el cabello contiene de un 10 a un 15% de agua. Parte de esa agua se evapora con la llegada del calor—.
2. La importancia de un cabello bien aclarado. Los restos de lacas, geles o espumas durante la exposición solar en verano pueden provocar reacciones químicas que acaben afectando al cuero cabelludo, provocando irritaciones. Aclara bien el cabello después de cada lavado, esta parte es igual de importante o más que cuando te aplicas los productos como champú, acondicionador o mascarilla.
3. Descansa. Durante el verano observamos un parón en casi todos los sectores profesionales: llegan las vacaciones. Aprovecha y descansa, pero descansa de verdad, aunque sea solo unos días. No hay una relación directa entre la caída del pelo y el estrés que acumulamos por el modo de vida actual, si bien es cierto que tenemos menos tiempo para cuidar el cabello, esto hace que esté más débil y que, finalmente, la caída aumente.
4. Melenas al viento. Hay algo que casi todos, o todos, hacemos mal cuando tenemos el pelo mojado: secarlo. Sin darnos cuenta, en multitud de ocasiones, aplicamos calor de forma directa sobre el pelo con el secador y a una gran potencia. Esto debemos evitarlo, el secado debería ser a baja potencia y distribuyendo el calor por toda la cabeza. Como es verano y las temperaturas suben, aprovechemos para dejar que el pelo se seque de forma natural, es lo mejor que podemos hacer. El cabello agradecerá que no apliquemos calor de forma tan directa durante unas semanas. “Siempre es mejor que el pelo se seque al aire para evitar el calor aplicado directamente sobre el tallo que puede alterar su morfología», explica la dermatóloga. “El calor puede producir el llamado «cabello burbuja en el que se forman pequeñas burbujas de aire en el interior del tallo provocando focos de ruptura, lo que se traduce en un pelo frágil y quebradizo”.
5. Hidrátate. Todo el año repetimos el mismo mantra: tengo que beber más agua, tengo que beber más agua... Con la llegada del verano deberíamos repetir esta misma frase pero con una variación: tengo que beber más agua que el resto del año. El agua o las infusiones frías, por ejemplo, hidratan el cuerpo y, por tanto, el cabello. Además, podemos combinar esta ingesta mayor de líquidos con sprays refrescantes para la piel que también son válidos para el cuero cabelludo. “Para prevenir la deshidratación, es imprescindible ingerir abundante líquido y cuidar la piel con productos determinados que la mantengan sana y con la humedad necesaria. Para proteger la piel, debemos utilizar productos que incluyan en sus fórmulas antioxidantes como las vitaminas A, C y E, coenzima Q10, hidrolizado de colágeno, aceite de oliva, caviar, ADN polimerizado, oro y cobre, con un gran potencial reparador y antiinflamatorio”, advierte Cristina Serrano.
6. La cabeza, mejor tapada. Cuando el sol incide con más fuerza, es habitual ver cómo muchas personas tapan sus ojos con gafas de sol. Lo que no es tan habitual es tapar el cabello. Nuestro pelo agradecerá, sobre todo cuando los rayos solares caen con más fuerza, que lo tapemos con una gorra, un pañuelo, un sombrero o un turbante.
7. Pasa la tijera. Hay un mito relacionado con el cabello que se ha extendido como una plaga: si te cortas el pelo crecerá más fuerte. Esto no es del todo correcto. Tenemos que tener en cuenta que cuando vemos las puntas dañadas, lo que estamos observando es el comienzo del resquebrajamiento del cabello; si seguimos en esta situación este resquebrajamiento subirá y afectará directamente a la fibra capilar. Corta por lo sano, aprovecha que es verano y, por qué no, cambia de look. “El que cortemos el pelo antes del verano no ayuda a evitar lo que pueda ocurrir —matiza la especialista—. Es preferible cortar después del verano para sanear la melena después de los daños a los que se ha podido ver sometido”.
8. Olvídate de la raya. Marcar mucho la raya en pelos largos durante el verano no es conveniente: si el pelo es fino corremos el riesgo de quemaduras en el cuero cabelludo. Lo ideal sería echar el cabello hacia atrás. Si va a atarse el cabello hay que optar por complementos de plástico o tela que recojan el pelo pero sin quebrarlo. Debemos tener cuidado con aquellos elementos para recoger el pelo que contienen partes metálicas, el sol puede hacer que se oxiden con más facilidad y que ese óxido caiga sobre el cuero cabelludo provocando irritaciones.
9. La tecnología ayuda: láser de baja intensidad. Este tipo de tratamientos revitalizan la actividad celular, activando así la función natural del folículo capilar. iGrow es uno de estos dispositivos, ayuda a frenar la caída excesiva de cabello y produce un incremento de pelo nuevo. Desarrollado en Estados Unidos, cuenta con la aprobación de la Agencia de Alimentación y Medicamentos de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés). Este regenerador capilar de uso doméstico utiliza la Terapia Láser de Baja Intensidad (TLBI), emitido por diodos láser, junto a luz roja emitida por LED. No provoca efectos secundarios ni tiene contraindicaciones —solo hace que los folículos del pelo que están en fase de reposo se reactiven generando un nuevo pelo más grueso, más fuerte y con más volumen—, produce un incremento de pelo nuevo de un 37% de media en mujeres y un 39% en hombres, además de un aumento del grosor del cabello del 38%.
10. Es mejor prevenir que... Como todo en la vida, los resultados son mejores si mantenemos una constancia y lo hacemos poco a poco. Con el cabello ocurre lo mismo. “Es importante mantener unos cuidados del cabello durante todo el año”, apunta la doctora Serrano, y añade que siempre tenemos que tener en cuenta: “la época, la climatología y las aficiones de cada uno”. Por último, expone: “El error más frecuente es el descuido del mismo. Hay poca costumbre de cuidados específicos del cabello”. La dermatóloga nos recomienda además “seguir una alimentación equilibrada que aporte todos los nutrientes necesarios para un buen crecimiento y una buena cosmética del cabello”.
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