Belleza
Loni Baur: «La reina Letizia es un ejemplo de modernidad»
La directora de maquillaje de Catrice alaba lo arriesgadas que son las españolas con el «make up» y pide un cambio radical a Merkel.
La directora de maquillaje de Catrice alaba lo arriesgadas que son las españolas con el «make up» y pide un cambio radical a Merkel.
En la lista de clientes de Loni Baur hay numerosas «celebrities» y «royals» europeas que confían su belleza a las manos de esta experta en maquillaje, que se ha convertido en una auténtica referencia. Su apuesta siempre es la naturalidad, lo cual no es tarea sencilla porque en el mundo del maquillaje siempre el «menos es más», defiende. Acaba de presentar una edición limitada para las diseñadoras de vestidos de novia Kaviar Gauche, la cual le ha servido para consolidarse como una eminencia en el sector. Alaba lo atrevidas que son las mujeres españolas y anima a las alemanas (de donde procede ella) a arriesgarse un poco más a la hora de «alegrar su rostro». Sin duda, para ella, la Reina española, Doña Letizia, se ha convertido en una referencia de modernidad, discreción e independencia.
–En su colaboración con la firma Kaviar Gauche ha apostado por un maquillaje neutro que deja a la belleza femenina brillar con luz propia. ¿Ésta es la nueva tendencia de «make up»?
–Se trataba del maquillaje para una colección de novia, por lo tanto muy femenina. Quería crear un «look» que fuera muy natural, sin accesorios. Que resaltara, sobre todo, la mirada de la mujer en un día tan especial, quizá el más importante, de su vida. No puedes falsear el rostro de la mujer el día de su enlace. Sus ojos son fuego, de ahí que utilizara cierto brillo alrededor de ellos. Me gusta jugar con las texturas y los colores planos. Es algo moderno y bonito.
–¿Cuáles son las claves de un buen maquillaje?
–Hay que hacer una distinción entre un acto como una boda y el día a día. En el caso de las novias, mi consejo es ir lo más discreta posible. El mayor error en el que caen muchas es dejar su belleza en manos de personas que no están especializadas en bodas. Maquilladoras y peluqueras que les hacen cortes con muchos volúmenes y esos maquillajes excesivos con pestañas larguísimas. Mi consejo es siempre mantener la mayor naturalidad posible para ser auténtica. En el día a día, se puede arriesgar un poco más, pero sin ocultar la belleza natural de la mujer. Hay que respetar los rasgos y líneas faciales de cada persona. Esto no quiere decir que no se maquillen, sino al contrario, que lo hagan pero de manera discreta. Es más complejo maquillar y que apenas se aprecie, que hacerlo de manera excesiva.
–¿Qué consejo daría a las mujeres que no terminan de encontrar su sitio dentro del mundo del maquillaje?
–Mi consejo es que las mujeres vayan a sus maquilladoras o peluqueras con un recorte de una revista y les digan: «Así lo quiero». Si lo dejas en sus manos puede que acabe siendo un horror. Es algo muy personal, hay a quien le sienta bien simplemente un eyeliner o un pintalabios. Otro consejo que siempre doy es que las mujeres se maquillen con luz natural. Si lo hacen en el baño, las bombillas aportan una luz amarillenta que da una sensación equivocada del maquillaje. Luego, cuando salen a la calle, se dan cuenta de que se han equivocado.
–¿Cómo valora, en términos generales, el uso que hacen las españolas del maquillaje? ¿Destacan sobre el resto de las europeas?
–A la mujer española le gusta llevar maquillaje, y eso se nota. En este sentido, las alemanas, por ejemplo, son mujeres más conservadoras, no les gusta maquillarse. También es cierto que, a veces, a las españoles se les va un poco la mano y se pasan sobre todo al resaltar sus ojos. Pero no es una crítica, me encanta que la gente se arriesgue y pruebe. El maquillaje también es algo cultural. Mire, en Francia, por ejemplo existe un especial «sex appeal». Incluso cuando yo estoy en París, noto que me dejo llevar. Cada país tiene su cultura de entender la belleza y de cómo explotarla. También influye mucho en la reacción de los hombres en cada país. Por ejemplo, en Francia, los varones son más abiertos, piropean mucho a la mujer y eso da más confianza para arriesgar. En Alemania si un hombre te hace un cumplido siempre piensas que quiere algo más.
–¿Es partidaria del maquillaje masculino?
–No me molesta siempre que no sea evidente. Es «cool» que los hombres se cuiden y se preocupen por su belleza. Pero no debe ser muy obvio. De lo que sí soy partidaria es de que tanto hombres como mujeres se hidraten mucho y cuiden su alimentación, eso ayuda para tener un buen cutis.
–Como experta en belleza, ¿qué le transmite la Reina Letizia? ¿Considera que se ha convertido en una referencia a nivel de estilo?
–Es una mujer moderna, me gusta realmente su «look». A pesar de que ella representa a un país y debe acogerse a lo que marca el protocolo, brilla por su estilo propio. Aunque nunca se sabe si realmente es una apuesta suya o de sus asistentes. Es una reina que se ha convertido en ejemplo de modernidad, naturalidad y autenticidad. No transmite rigidez sino independencia y fortaleza. Me gusta mucho.
–Usted, como alemana y experta en belleza, ¿qué consejos le daría a su canciller Angela Merkel?
–Le haría un pack completo de cambio. Su estilo de vestir, su corte de pelo, su maquillaje... Bien es cierto que nada excesivo, sino natural, pero no sería sencillo hacer de ella una Cindy Crawford (risas). A pesar de que creo que necesita muchas mejoras en cuestión de estilo (algo de bótox no sería descartable), también debo asegurar que Merkel es una mujer auténtica y su falta de estilo es su propio estilo. Prefiero los looks clásicos que los excesivos.
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