España

Una gran española

La Razón
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Con la Duquesa de Alba desaparece una gran española, independiente y culta, que sentía pasión y devoción por el arte y por las mejores tradiciones españolas. Una mujer adelantada a su tiempo, religiosa y monárquica «hasta la médula» como ella se definía. No se sometió nunca a modas ni a etiquetas, fuerte y luchadora, libre y vitalista.

Gracias a su generosidad tuvimos el honor de acoger y disfrutar en el espacio cultural municipal de CentroCentro Cibeles de una exposición única sobre «El Legado de la Casa de Alba», dentro del programa «El Mecenazgo al servicio del Arte». Era la primera vez que se exponía al público en conjunto. Con gran esfuerzo y entusiasmo, la Duquesa mantuvo e incrementó una colección artística que era la gran ilusión de su padre y suya, y que el público de Madrid pudo disfrutar. Mecenas y amiga de artistas, creó la Fundación Casa de Alba para conservar y difundir un patrimonio histórico-artístico único, que ella cuidaba hasta el más mínimo detalle, y que forma parte de la Historia de España. Ayudó así a su generosa difusión y conocimiento por todos los españoles. Ella se enorgullecía de haberlo mantenido «sin ayudas públicas». Y lo deja mejor incluso de como se lo encontró.

La Duquesa de Alba ha sido de nuestras vecinas más ilustres y ejemplares. Por su profunda vinculación con la capital de España, donde nació, el Ayuntamiento de Madrid le concedió en 2010 la Medalla de Honor de Madrid, que completaba el reconocimiento de 1962, cuando se le otorgó la de Oro.

Nuestra ciudad siente su pérdida como la de una gran madrileña y una gran española que supo acompasar el legado histórico de la Casa de Alba al ritmo de los nuevos tiempos.