Sevilla

Pastora Soler, sin vida propia

La cantante no pudo aguantar la presión en su último concierto en Málaga
La cantante no pudo aguantar la presión en su último concierto en Málagalarazon

Su «Vocal Coach» asegura que su crisis se debe al «exceso de trabajo»

La cantante Pastora Soler se encuentra descansando en su casa de Coria del Río (Sevilla), junto a su familia, tras anunciar a todos sus seguidores en su perfil de Facebook que abandona los escenarios por «miedo escénico». Liliana Aracil, Mezzosoprano estadounidense , y su «Vocal Coach» durante estos últimos cuatro años, ha podido hablar con la artista tras el comunicado y dice que «está de buen ánimo, pero que no tiene ganas de hablar. Me ha llamado para darme las gracias. Está sorprendida por el terremoto que hay en los medios de comunicación por su retirada de los escenarios». Aracil cree que el motivo de esta«crisis» es el «exceso de trabajo». Desde Eurovisión, «no ha parado de cantar, no ha tenido vida propia. Iba de concierto en concierto». No quedaba con sus amigos y familiares. Para ella lo primero era la música y mejorar y mejorar». Demasiado exigente consigo misma. Por ejemplo, nos explica Liliana,«no sale a cenar por cuidar su voz. Eso lo hacen muy pocos cantantes en el mundo», asegura.

«El público, el público» lloraba Pastora Soler

La cantante quería por todos los medios dar lo mejor ante el público que se congregó en el Teatro Cervantes de Málaga para verla. Llevaba mucho tiempo preparándose. Quería borrar de su mente lo sucedido aquel fatídico 8 de marzo en Sevilla. Allí, en la última canción, cayó redonda en el escenario. No podía suceder otra vez. Pero el temor estaba latente. En el último concierto volvió a sentir «el pánico escénico», nos comenta su «Vocal Coach», pero «lo pudo controlar». Ése fue el motivo por el que decidió acompañar a Pastora al concierto de Málaga. Quería observar por sí misma qué era lo que le pasaba a la cantante. Aracil estaba allí cuando la cantante comenzó a sentirse indispuesta. Tras una hora de actuación «impresionante», con diferentes estilos y tras un primer descanso, regresó al escenario para cantar «Y qué pequeña soy yo». De repente, «comenzó a sentir pánico, y ese miedo le provocó asfixia, por eso se mareó, e incluso le afectó a la voz», asegura preocupada Liliana.

Salió del escenario como pudo porque lo último que quería Pastora era desmayarse otra vez. Llamaron al médico. Y fue su marido, Fran Viñolo, el que nos comunicó que «estaba muy mal». No podría seguir con la actuación porque estaba tan agobiada que apenas conseguía respirar. Aún en ese estado no paraba de repetir: «el público, el público», a lo que le respondían: «el público no, tu salud Pastora». Por este motivo, sus allegados y familiares creen que es el momento de«reflexionar « y encontrar la razón» que provoca este miedo escénico.

Pastora Soler, con 36 años, cumplirá en 2015 20 sobre los escenarios. Es una cantante que ha sabido combinar copla, flamenco y canción española y en el año 2012 quedó décima en Eurovisión con el tema «Quédate conmigo».«El exceso de escenario quema, y entiendo lo que le ha pasado», explica su «coach». Liliana cree que Pastora tiene que estar unos meses disfrutando de su familia, amigos y conocidos; relajarse y descansar. Y cuando pase el tiempo «volveremos a entrenar vocalmente», pero sin agobios y sin planes de conciertos. «Pastora es tan buena gente que no quiero que sufra», dice Liliana con la voz rota por la emoción. Este punto y aparte en su carrera profesional «hay que verlo como un descanso», matiza Liliana.