Gastronomía

Chef, ¿qué hay en su nevera?

Chef, ¿qué hay en su nevera?
Chef, ¿qué hay en su nevera?larazon

Las neveras hablan de nuestro modo de vida y de quiénes somos, sostienen los autores de "Inside Chef's Fridges, Europe", que por ello han pedido a 40 cocineros que suman unas 60 estrellas Michelin que las abran para descubrir muchas sorpresas.

La fotógrafa gastronómica Carrie Solomon y el articulista Adrian Moore se plantaron en las casas de algunos de los mejores cocineros del viejo continente, escudriñaron en el interior de sus frigoríficos, los fotografiaron y plasmaron los resultados en un voluminoso libro que edita Taschen, publicado primero en inglés y ahora en español. Informa Pilar Salas.

Además de satisfacer curiosidades, "Inside Chef's Fridges, Europe"acerca al lector la trayectoria de estos grandes cocineros que, desde un ángulo más personal, comparten sus listas de la compra, sus hábitos gastronómicos y las recetas favoritas de los platos que preparan cuando cocinan en casa.

Los frigoríficos caseros de estos cocineros se abren para mostrarse a veces casi vacíos, otras repletos, llenos de alimentos naturales y de temporada, pero también de precocinados de supermercado.

No suele faltar en ellos los lácteos, especialmente yogures, y una amplia colección de salsas en las que, curiosamente, siempre hay un tarro de mostaza de Dijon. Tampoco regalos culinarios que les han hecho otros cocineros.

Entre los protagonistas está Joan Roca, del considerado mejor restaurante del mundo, El Celler de Can Roca (Girona), cuya nevera define Adrian Moore como "modesta y tradicional"y que guarda tortilla de patatas de su suegra, gambas de Palamós, queso de leche de vaca gallega y paté de aceitunas negras. Buen anfitrión, también tiene embutidos y pan congelado para visitas improvisadas.

Otro español, Andoni Luis Aduriz cocina casi todos los días en casa para su mujer y su hijo, y hace la compra en el mercado "o en las cámaras de su restaurante", Mugaritz, con dos estrellas Michelin en Rentería (Guipúzcoa). En su frigorífico abundan el pescado y las verduras y frutas de temporada, entre las que se esconden un recipiente con té y una lata de aceite de oliva.

Casi vacío está en cambio el de David Muñoz, del triestrellado DiverXO (Madrid), quien "casi nunca"come en casa y se alimenta "de queso y palomitas", mientras que David Toutain, del restaurante homónimo en París, ha optado por uno pequeño porque hace la compra a diario. Su truco para congelar es envolver los alimentos en hojas de periódicos.

Uno de los mejores exponentes de la vanguardia culinaria italiana, Massimo Bottura, tiene una cocina "ultraequipada hasta límites que rozan la locura"y en su nevera se conservan platos caseros envasados al vacío, muchas botellas de agua y, cómo no, parmigiano reggiano.

A Hélène Darroze, elegida Mejor Chef Femenina del Mundo de 2015, los viajes entre París y Londres para atender sus restaurantes le dejan tiempo para disfrutar del foie gras y el champán que guarda en su nevera, donde también hay espacio para pizzas congeladas y helados industriales.

Otros "pecadillos"son las chocolatinas que comparten Bertrand Grébaut (Septime, uno de los restaurantes más demandados de París) y su novia Tatina Levha (Le Servan)

La nevera más gourmet es la de Pierre Hermé, el padre de los mejores macarons de París, con un repertorio de lo mejor de Francia, mientras que en el extremo opuesto está Fergus Henderson, el cocinero de la casquería en Inglaterra (St John Restaurant, Londres), con un congelador que nunca usa ni limpia.

En esa línea se sitúa también el chef punk James Henry (Bones, París), que en el piso que comparte con otros cocineros tiene una mini nevera de hotel llena de cerveza, vodka y jarabe para la tos.

Pero lo más curioso son las moscas envasadas para su investigación de alimentación con peces que Rasmus Kofoed, el único que ha ganado una medalla en sus tres participaciones en el prestigioso concurso culinario Bocuse d'Or, guarda en su congelador.