Gastronomía
Desmintiendo Mitos: la "maldita lactosa"
En pleno boom contra el consumo de leche (lactosa), analizamos su verdadera negatividad o no para nuestro organismo
En pleno boom contra el consumo de la leche (lactosa), analizamos su verdadera negatividad o no para nuestro organismo
Nos hallamos en la cúspide delboom de la alimentación saludable, un hecho que ha provocado una avalancha de infoxicación basada en opiniones de personas influyentes cuyo conocimiento sobre nutrición, química o biología es más bien escasa.
Esto nos ha convertido, sin duda, en un mundo mucho más libre, pero ha alimentado a la bestia llamada posverdad. Y es que el imaginario colectivo suele ser, generalmente, más fiel a los lobbies y gurús mediáticos que a los profesionales del sector.
Así que tras las polémicas sobre el consumo de leche y, en su defecto, de la "maldita lactosa"y consultados a varios especialistas sobre nutrición queremos poner un poco de luz sobre el tema.
En el mercado hace ya bastante tiempo que existen innumerables productos lácteos que no contienen lactosa. De cierta forma es comprensible dado que hay un número, no menospreciable, de consumidores que son intolerantes a este azúcar propio de la leche, un elemento clave en la absorción metabólica del calcio y en la formulación de numerosos helados que, a diferencia de la sacarosa, tiene un poder edulcorante muchísimo menor.
Pero desde nuestro punto de vista, el problema no son los productos sin lactosa como tal, sino las campañas publicitarias que, mediante mensajes equívocos, sugieren que su consumo contribuye a una mejor digestión, como si tomar leche "normal"no fuera bueno. Si esto es así, quedaría enmarcado en la idea, sin base científica pero altamente difundida, que después de la lactancia no debería beberse leche porque los animales no lo hacen.
En este sentido, los animales no tienen estos comportamientos porque no pueden, no porque sean más sabios que nosotros. Y es que la incorporación de la leche y sus derivados en la dieta humana, del mismo modo que la carne, fue un progreso importantísimo que repercutió en una mejora muy sustancial del desarrollo físico y mental del ser humano.
Así que aquellos que renuncian a la leche, por la "maldita lactosa", hacen exactamente lo mismo que aquellos que evitan ingerir trigo y sus derivados sin ser celíacos. Un hecho que conlleva una dieta mucho menos variada, una de las claves indiscutibles de una buena alimentación.
Finalmente, no hay que olvidar que gran parte de las intolerancias suelen ser parciales, eso significa que hasta cierto grado el organismo lo tolera y que prescindir radicalmente de su consumo puede provocar la intolerancia total. Así que evitar la leche cuando no es necesario no mejorará nuestra alimentación.
✕
Accede a tu cuenta para comentar