Gastronomía

Habla, una evolución inteligente

Habla del Silencio ha sido elegido, al igual que el año anterior, como «Mejor vino tinto de las cosechas 2014-2015» en la cata de 2016 por parte de la Asociación Española de Periodistas y Escritores del Vino

Bodegas Habla, junto a la bella ciudad de Trujillo
Bodegas Habla, junto a la bella ciudad de Trujillolarazon

Habla del Silencio ha sido elegido, al igual que el año anterior, como «Mejor vino tinto de las cosechas 2014-2015» en la cata de 2016 por parte de la Asociación Española de Periodistas y Escritores del Vino

El año pasado por estas fechas, Bodega Personal LA RAZÓN puso al alcance de los lectores un vino sorprendente: Habla del Silencio 2013. Era un vino extremeño, de corta crianza y con un precio muy ajustado; unos datos que a priori no invitaban a pensar que aquel vino había sido elegido «Mejor vino del año 2014» por parte de la Asociación Española de Periodistas y Escritores de Vino (Aepev). También fue el favorito de los lectores de este periódico que tuvieron la oportunidad de disfrutarlo.

Ha pasado un año y tenemos que poner otra vez sobre la mesa Habla del Silencio, porque en una decisión muy poco frecuente –puede que haya algún antecedente, pero a mí no me consta– Habla del Silencio, en este caso de la cosecha 2014, ha vuelto a ser elegido por la misma Asociación como «Mejor vino tinto de las cosechas 2014-2015» en la cata de 2016. Cosas de la cata ciega; a etiqueta vista tal vez no se habrían atrevido.

Que nadie piense que estas cosas suceden por casualidad; para tener éxito en cualquier ámbito de la vida y, sobre todo para que el éxito se sostenga en el tiempo, es imprescindible un sólido trabajo de fondo.

En el artículo del año pasado nos centramos en relatar la historia de esta bodega, que nació con el siglo y que en sus primeros años puso el acento en un gesto comercial valeroso: acercarse al mercado con unos vinos de alta calidad, presentación exquisita, corta producción y, en lógica consecuencia, precios elevados. Era lo que demandaba el mandato fundacional de Habla: hacer en Extremadura «vinos de alta costura». Sin complejos.

Pero la maquinaria que se había puesto en marcha, basada en una finca de 200 Ha. de viñas cuidadosamente elegidas y plantadas en los lugares más idóneos para que expresaran lo mejor de sí mismas, exigía alcanzar unos volúmenes de producción y ventas a los que la «alta costura» no puede llegar, ni siquiera hablando de vinos.

Por supuesto aquellos primeros vinos siguen estando ahí –en la élite y sin renunciar a su estatus–: Habla nº 11 (cabernet sauvignon, tempranillo, petit verdot), Habla nº 13 (cabernet sauvignon), Habla nº 14 (syrah) y dos recién llegados: Rita Habla (un rosado de syrah y garnacha, de nítido estilo provenzal) y Moses, un Champagne blanc de blancs elaborado en exclusiva para Habla.

Si esos primeros vinos llegaron al mercado en la primera década de este siglo, los segundos vinos –a los que la propia bodega denomina «prêt-à-porter»– han visto la luz en los últimos 5-6 años, pero su éxito está siendo inmediato porque, como sucede en la «alta costura», los «prêt-à-porter» de un gran modisto siguen teniendo una indudable categoría.

Entre los vinos más recientes el rey está siendo sin duda el tinto con crianza Habla del Silencio, que ha sido acogido calurosamente por el mercado que, no nos engañemos, tiene una especial sensibilidad para detectar cuando un vino le ofrece una especial y favorable relación precio-calidad.

Pero todo este proceso de reequilibrio comercial, aquí contado en unas pocas líneas, ha conllevado –como todo lo que se hace en el mundo del vino– años de trabajo en el diseño del producto (variedades de uva, criterios de elaboración y crianza, elección de la marca, diseño de la botella) y también la fijación de criterios de comercialización (precio, lugares de venta), hasta encontrar su lugar de equilibrio en el mercado.

Todo esto parece ya logrado. Ahora el reto que se presenta es mantener –y superar si se puede– el nivel de calidad alcanzado para conseguir la fidelidad de estos primeros e ilusionados compradores.

En todo caso, hay que ver con optimismo el futuro de Habla, una vez vista la flexibilidad, la buena cintura y las decisiones inteligentes de esta bodega, que ha tenido que afrontar situaciones complicadas que le han obligado a reconducir muchas de sus ideas y que lo ha hecho con agilidad y eficacia.