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Andrea Pascual, boda exprés y almuerzo en casa de doña Pilar
La «it girl» se ha casado con Beltrán Gomez-Acebo y se convertirá en la nueva prima de Felipe VI. Ha sabido reconducir al díscolo novio y en su biografía hay un único borrón: su padre está imputado
La «it girl» se casa con Beltrán Gomez-Acebo y se convertirá en la nueva prima de Felipe VI. Ha sabido reconducir al díscolo novio y en su biografía hay un único borrón: su padre está imputado
Andrea Pascual se ha convertido oficialmente este sábado en un nuevo miembro de la familia de Felipe VI, al casarse con el primo hermano del Rey, Beltrán Gómez-Acebo, divorciado de Laura Ponte y cuarto hijo de la Infanta Pilar. Pasa por ser uno de los primos más cercanos a Don Felipe, precisamente por su discreción y su fobia a la Prensa. Su madre es especialmente cautelosa con las cuitas de este hijo, consciente de lo mucho que le molesta que se hable de él. Posiblemente el deseo de la Infanta Pilar por que dejaran de «vivir en pecado» es una de las razones por las que esta pareja ha decidido dejar el noviazgo y dar el paso del matrimonio, además de querer de tener hijos.
Ha sido una boda sencilla y civil. Andrea iba de blanco con un diseño de Isabel Núñez y el pelo recogido en un sencillo moño. Las únicas joyas que ha lucido son unos zafiros antiguos de su abuela. Al posterior almuerzo en casa de la Infanta Pilar no han asistido más que invitados directos, unos 35 en total, aunque posteriormente, a los postres, está prevista la asistencia de algunos amigos comunes de la pareja.
Su entorno más cercano califica a la novia como una mujer normal, sencilla y, sobre todo, muy educada. El único «pero» que se le podría poner, y es totalmente ajeno a ella, es la imputación que recae sobre su padre en el caso del Banco de Valencia. El que fuera notario, Carlos Pascual, hoy jubilado, es un reconocido abogado, gran jugador de tenis y de golf. Una persona del entorno del que fuera notario, que prefiere mantener el anonimato, apunta a LA RAZÓN que el padre de Andrea fue considerado, durante el «boom» inmobiliario valenciano, el notario más rico de España. Andrea Pascual, en cambio, tiene una biografía impecable. Es una mujer dulce y muy trabajadora. Ejerció brevemente como abogada en París en Deloitte y en el despacho jurídico de Ono y en Abril Abogados. Al poco de instalarse en Madrid descubrió que la comunicación y la organización de eventos se acercaban más a sus gustos profesionales.
- Noviazgo con altibajos
Trabajó durante un tiempo con Fiona Ferrer, convirtiéndose en su mano derecha, hasta el punto de que fue en la boda de la primera en la que conoció al que hoy será su marido. Andrea tiene un hermano, Carlos, también abogado, casado y con dos hijos: Carlos y Álvaro. Su madre, Maribel, diseña tocados. Según una amiga que prefiere mantenerse en el anonimato, «es una buena niña, de una familia bien de Valencia, que se ha buscado la vida ella sola en Madrid. Es una joven bastante normal, quizá con menos carácter que su novio y, probablemente por eso, ha sufrido mucho durante su noviazgo, dejando su relación en varias ocasiones. Andrea ha ejercido de madre, sin serlo, durante los fines de semana en el chalé que Beltrán tiene en la isla de Valdecañas, ya que es uno de los promotores de esa urbanización de lujo que se levanta en la provincia de Cáceres. Ella hacía la comida o se ocupaba de los niños, mientras él jugaba a las cartas o hacía deporte con sus amigos». Otras personas de su entorno ahondan en resaltar las cualidades de esta «it girl»: «A lo mejor Beltrán no es la mejor pareja del mundo, pero ella se casa muy enamorada y creo que al hijo de la Infanta Pilar le va a proporcionar estabilidad. Él tiene fobia a la Prensa y le ha costado mucho acudir a algún evento organizado por Andrea», comentan.
El cuarto hijo de Doña Pilar estuvo casado seis años con Laura Ponte, con la que tuvo a Laura y a Luis. Se separaron en 2010 y un año después firmaban el divorcio. Con Andrea lleva viviendo intermitentemente desde hace dos años, en el piso que ella tiene alquilado en el madrileño barrio de Salamanca. En estos años de noviazgo, los fines de semana que los niños estaban con Beltrán éste se ha ido a casa de su madre, en la urbanización Puerta de Hierro, a pocos metros de donde también vive su ex mujer, Laura, ya que el piso de Andrea no es grande. Recién separados Laura y Beltrán y dada la buena relación que mantenían, intentaron que los niños no se movieran de la casa y eran ellos los que se mudaban cada quince días, para así evitar que los menores sufrieran el «síndrome de la maleta». Los que se iban por turnos eran los padres, mientras los críos seguían su vida «normal». Ese turno de visitas paterno acabó siendo inviable y Beltrán regresó a la casa materna, hasta que en su vida apareció Andrea.
Beltrán trabaja en una inmobiliaria, le gusta pasar tiempo con sus amigos y frecuentar la buena cocina, ya que es miembro de una asociación gastronómica con la que hace sus recorridos para degustar buenas comidas. Muy celoso de su vida privada, mantiene muy buena relación con su primo hermano el Rey, que fue testigo de su primer enlace y que, por supuesto, está invitado a este segundo, los mismo que los Reyes eméritos. La boda, civil porque el novio no tiene aún la nulidad matrimonial, estaba prevista que se celebrara en primavera, pero los novios decidieron adelantarla, lo que no impedirá que haya celebración nocturna con los amigos más íntimos y, posteriormente, otra con más amistades, posiblemente en la gran casa solariega que tienen los Pascual en Mallorca y ésta sí que podría ser en primavera.
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