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Camino de destrucción

Las confesiones de Kiko Rivera sobre su adicción demuestran que para muchos hijos de «celebrities» es difícil crecer a la sombra del éxito de sus padres.

Camino de destrucción
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Las confesiones de Kiko Rivera sobre su adicción demuestran que para muchos hijos de «celebrities» es difícil crecer a la sombra del éxito de sus padres.

Kiko Rivera, Sofía Cristo, José Fernando Ortega, Julián Contreras, Anthony Delon, Cameron Douglas y Moisés de la Renta son algunos de los hijos de padres famosos que iniciaron un camino de destrucción cuando tenían a su alcance los medios suficientes para salir adelante. Millonarios nacionales e internacionales cuyos descendientes eligieron vivir la vida desde el lado menos recomendable. En los casos de algunos de ellos, las drogas y el alcohol –que empapaba noches que nunca acababan y mañanas de vuelta a empezar– determinaron un futuro desolador. Algunos salen y otros se quedan en el camino. Kiko Rivera ha sido el último en contar cómo entró en esa rueda de anulación. Eligió el «reality» en el que participa junto a su mujer, Irene Rosales, para contar su durísimo testimonio a los compañeros de su internamiento en la casa de «Gran Hermano Dúo». Caras de sorpresa ante las revelaciones del Dj a las que, aunque se intuían, hasta esa noche nadie había puesto nombre. Los únicos familiares que estaban al tanto eran su mujer e Isabel Pantoja. Y la cantante lo supo precisamente porque Rosales se plantó primero ante su marido y después fue muy clara con ella. Irene fue a Cantora, el reducto inexpugnable de la tonadillera, y le avisó: «O le ayudamos todos a curarse o me voy con mis hijas porque la situación es insostenible». Y así fue como el hijo de Paquirri logró salir de la rueda que nunca deja de girar. En el entorno más cercano de Pantoja cuentan que recibir esa noticia fue uno de los momentos más duros de los últimos años para ella. Más incluso que su estancia en la cárcel, ya que al menos sabía que su sentencia tenía un final. Pero conocer en qué condiciones había estado su hijo y cómo podía acabar si Irene no le hubiera puesto freno ha sido uno de los disgustos más duros que se ha llevado. Como es natural, en estas circunstancias los pensamientos inculpatorios llenaron la cabeza de Pantoja. «¿En qué me he equivocado o qué es lo que no he hecho bien?», debieron ser algunas de las frases que se ha planteado en algún momento la artista con respecto a su hijo. Como antes Sofía Cristo, hija de Barbara Rey y del desaparecido domador, o Julián Contreras, que contó cómo las adiciones de su madre, Carmina Ordóñez, le marcaron su adolescencia, Kiko también llegó a ese punto de inflexión para revelar públicamente lo que pasaba en casa. Julián Contreras, por ejemplo, contó que aprendió repostería para que su madre tuviera siempre un pastel en casa cuando llegaba en malas condiciones. Aseguran los especialistas que el inicio de la cura empieza cuando el protagonista reconoce su adición y lo comparte con familiares y amigos. En el caso de Kiko esto sucedió a través de la televisión, como también lo hizo Sofía Cristo, que tuvo el apoyo de su madre y ahora es una mujer que vive feliz y recuperada. Hace seis años contaba que era adicta al «speed» y al éxtasis líquido: «He tocado fondo y quiero salir. Nunca pensé que iba a ser un problema para mí. He probado todo tipo de drogas, estoy enganchada y quiero salir». Barbara Rey, igual que Ortega Cano y ahora Isabel Pantoja para sus respectivos hijos, fue su apoyo incondicional, y esa entrega fue fundamental para el proceso de recuperación. Por su parte, José Fernando Ortega Mohedano estuvo en la cuerda floja demasiado tiempo y con un riesgo importante de interrumpir su vida futura al rodearse de delincuentes. Fue condenado por varios delitos y estuvo un tiempo en prisión preventiva. Pasó por varios tratamientos de desintoxicación que no funcionaron hasta que su padre, junto con los especialistas que le trataban, decidieron que ingresara en un centro psiquiátrico donde permanece desde hace un año. El torero explicaba hace poco que la recuperación de su hijo era posible. Kiko Rivera Pantoja también está ya en esa línea.

Batallar los demonios

En el mundo internacional tampoco se quedan cortos los hijos de padres famosos que eligieron el lado oscuro. En algunos casos, como el del actor francés Gérard Depardieu, el padre no fue el mejor ejemplo y coincidió en ese camino peligroso, con detenciones y estancias en comisarías, con su hijo Guillaume, que falleció en 2008. En cambio, Anthony Delon, el mayor de los hijos de Alain Delon, superó hace años su pasado delictivo. Hoy es empresario de moda y padre de tres hijos, además de actor de cine y teatro. Delon estuvo en Madrid el año pasado para recibir un premio de la firma Land Rover. Ese día, al preguntarle por su pasado, fue contundente: «Hace tiempo que acabé con todos los demonios que me rodeaban», afirmó.