El artículo de Lomana: ¿Nos marcamos un chotis?

En estos momentos en los que asistimos a una gran actividad parlamentaria, con trasfondo de pactos que nunca llegan y sensación de que nuestros representantes trabajan de espaldas a los deseos de los ciudadanos, debemos recordar y celebrar nuestra gran trayectoria parlamentaria. Las Cortes de León, las primeras de Europa, en la primavera de 1188 dieron voz y voto a todos los estamentos de la sociedad, convirtiéndose en el arquetipo a seguir por los más importantes reinos cristianos de la época, siendo la cuna del parlamentarismo. El respeto y ejemplo no nació de la nada. La Corte leonesa, situada en lo que habían sido las Legiones VI y VII romana (todavía se conservan sus murallas), promulgó los primeros derechos individuales de la historia europea en el fuero de León en 1017. Los pensadores medievales iniciaron el debate: ¿Rey por la gracia de Dios o porque el pueblo así lo decide? En León lo tenían muy claro, sus reyes sabían que sin el apoyo del pueblo no iban a durar, incluso hay un ejemplo muy curioso con Sancho I, que era tan gordo que al no poder montar a caballo lo echaron del trono. Al final lo recuperó tras una radical cura de adelgazamiento. Los niveles de democracia eran tales en ese reino, el más importante de la Europa cristiana medieval entre los siglos XI y XII, que el monarca estaba obligado a ser juez en cualquier disputa entre un plebeyo y un noble.

Ayer en Madrid se hizo un homenaje a León y su historia en el que nos reunimos unas trescientas personas en el Círculo Mercantil para difundir su cultura, gastronomía y patrimonio artístico. Contó con la presencia de la presidenta de las Cortes Regionales Silvia Clemente, el alcalde de la ciudad, Antonio Silván, el de la Diputación, Juan Martínez Majó, y personajes queridos del mundo de la música como Café Quijano. Hay muchos leoneses ilustres, grandes poetas y escritores Y lo que muy poca gente sabe, ya que se identifica con Galicia, es que Amancio Ortega, propietario y creador de Zara, nació en León, concretamente en Busdongo. Otra familia muy poderosa procedente de León son los Fierro. Precisamente, esta semana Cuqui Fierro, con motivo de su cumpleaños, organizó una cena en su precioso palacete de la Plaza del Marqués de Salamanca.

Ya no existe en Madrid, ni creo que en España, nadie que reciba a sus invitados como lo hace Cuqui, es un personaje único e irrepetible. La amiga más cálida y generosa que se pueda tener, excesiva en todo. Sus mesas son un espectáculo estético con mantel bordado haciendo juego con los dibujos de la vajilla, centros de plata con maravillosas flores y un servicio impecable. Tres doncellas uniformadas por Los Encajeros de Bilbao (acaban de abrir tienda en Madrid) parecían salidas de un cuadro de Thomas Gainsborough. Los mozos de comedor sirvieron de forma impoluta una deliciosa cena, en la que una profusión de diferentes postres puso el broche final. Cuqui reunió a un grupo de íntimos entre los que se encontraban la princesa Tessa de Baviera, Paloma Gómez Borrero, Encarna Polo, Daniel San Martín, David Meca y el embajador de La Orden de Malta en España, Jean Marie Musy.

Otro acontecimiento fantástico fue el Master de Tenis, en el que con mucha tristeza presencié la derrota de nuestro querido Rafa Nadal ante un Murray mentalmente superior que supo desorientarlo. Disfruté muchísimo de la Caja Mágica y su suculenta oferta gastronómica.

Ahora toca San Isidro y así seguimos en este Madrid que es una continua fiesta y oferta cultural. El domingo iré a La Pradera del Santo y beberemos del agua bendita de su fuente. Me pondré mantón de Manila porque soy muy tradicional. Y si hay que bailar un chotis, se baila.