Casa Real
El paseo de la Reina Letizia, sus hijas y Doña Sofía por Palma
Como cuatro turistas más, doña Letizia y la reina emérita, junto con la princesa de Asturias y la infanta Sofía, salieron ayer de compras por palma, donde se interesaron por los productos de la zona
Como cuatro turistas más, doña Letizia y la reina emérita, junto con la Princesa de Asturias y la infanta Sofía, salieron ayer de compras por palma, donde se interesaron por los productos de la zona
Después de haber desayunado reunida toda la Familia Real cada cual ayer hizo su plan. Por un lado, el Rey Felipe se preparaba para su segunda jornada de competición en la 37 Copa del Rey MAPFRE y, por otro, organizaron un plan de «chicas» con la Reina Sofía, Doña Letizia y sus dos hijas, Leonor y Sofía. La Familia se dividió en dos comitivas y debieron salir casi a la misma hora, pero cada uno en direcciones diferentes. Don Felipe puso rumbo al Club Náutico de Palma, donde llegaba sobre las 11 de la mañana, solo conduciendo su Audi oscuro, y a la entrada del náutico le esperaban los patrocinadores de su Copa y el presidente del club, Javier Sanz. Mientras, la otra comitiva real salía del palacio de Marivent con dirección al casco histórico, concretamente a la plaza del Olivar, donde se encuentra uno de los mercados de abastos mejor surtido de la ciudad. Es famoso por sus pescados, mariscos, embutidos, frutas y verduras de Baleares.
Doña Sofía era la única de las cuatro que llevaba pantalón largo y su clásico blusón ancho. Doña Letizia, con unas impresionantes alpargatas, y sus hijas prefirieron los «shorts». Entraron al mercado por la zona de los pescados y mariscos. No compraron nada o igual, aprovechando cuando paraban en alguno de los puestos a comentar con las niñas los estupendos pescados y langostas que veían, en ese momento pidieron que se lo llevasen a Marivent porque desde luego bolsas de compra no portaban. La única que iba más preparada para evitar el uso de bolsas era Doña Letizia con un gran capacho de cesta, muy típico de Baleares, al igual que las abarcas de Doña Sofía. No así el ventilador azul a pilas que la reina Emérita usaba para refrescarse, más típico de los turistas orientales. Después de los pescados, dieron una vuelta por las frutas y verduras, observándolo todo y preguntando a los tenderos las dudas que les surgían.
Esperado reencuentro
Unos 20 o 30 minutos más tarde, con una idea muy clara del producto fresco de temporada y de sus precios, salían del mercado las cuatro con sus gafas de sol, para cruzar la calle Olivar y, cuando parecía que se dirigían hacia la tienda Punto Roma, siguieron de largo y bajaron por las escaleras de Costa de Can Muntaner, posiblemente camino de la tienda de alpargatas que tanto le gusta a Doña Sofía, aunque ahí nos pidieron las personas de seguridad que las acompañaban que las dejásemos seguir su paseo sin inmortalizarlas con más fotografías. Ya había quedado claro que aprovechan su estancia veraniega en Palma para salir juntas las cuatro.
Mientras, Doña Elena y su hija, Victoria Federica, hacían otro plan, ya que habían estado el día anterior siguiendo las regatas desde el yate Somni, que al parecer les presta el armador del Bribón, José Cusí.
Por cierto, que Doña Sofía ejercía de abuela y eran sus dos nietas las que le cogían cariñosamente del brazo, cada una a un lado, y todo esto a un par de kilómetros de la catedral de Palma, donde meses antes todo el mundo pudo ver cuando le apartaban la mano a la reina Emérita. Simbólicamente éstas han sido las fotografías del reencuentro que todos estábamos esperando que sucediera en el lugar donde fue el desencuentro.
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