Gente
El «viva España» de Pablo Casado
El vicesecretario de Comunicación del PP recibió ayer en El Rastrillo de Nuevo Futuro el Delantal de Honor de La Venta del Toro.
El vicesecretario de Comunicación del PP recibió ayer en El Rastrillo de Nuevo Futuro el Delantal de Honor de La Venta del Toro.
El Rastrillo de Nuevo Futuro afronta ya la recta final de su 49 edición y el Pabellón de Cristal de la Casa de Campo va adquiriendo un ambiente cada vez más festivo al ritmo de fandangos y sevillanas. Y en ese clima distendido La Venta del Toro acogió ayer la visita del vicesecretario de Comunicación del PP, Pablo Casado, a quien entregaron su ya clásico Delantal de Honor. El popular, muy agradecido, ensalzó la labor de este espacio gastronómico y sobre todo de su apoyo al trabajo que desarrolla este mercadillo benéfico: «Porque España es y tiene que seguir siendo un país solidario en el que a nadie le falte una ayuda». Casado ofreció un breve discurso que terminaba con un sentido «¡Viva España!» que fue calurosamente aplaudido.
Uno de los personajes más asociados al Rastrillo es Simoneta Gómez-Acebo. La hija de la Infanta Doña Pilar, presidenta de honor de la Asociación Nuevo Futuro, está al frente de Aquílea, un puesto en el que entre otras cosas vende los ya clásicos calcetines de la marca favorita de su tío, el Rey Emérito. Allí, no duda en atender y aconsejar personalmente a los interesados. Incluso comparte anécdotas de su infancia, como cuando viajaban en familia a la estación de esquí de Baqueira y su hermano Beltrán no paraba de preguntar: «¿Cuándo llegamos?» y ni siquiera habían cruzado Guadalajara. A quien también pudimos ver ayer apoyando la labor de Doña Pilar y de Simoneta fue a Fernando Gómez-Acebo y a la modelo Laura Ponte, que, aunque separada de Beltrán, otro de los hijos de los duques de Badajoz, sigue manteniendo una excelente relación con su ex familia política.
La familia Verdasco
También disfrutó de un aperitivo en la jornada de ayer la familia de Fernando Verdasco. Los padres del tenista, José y Olga, acudían acompañados de su hija Sara –muy recuperada ya de su accidente– y el marido de ésta, Juan Carmona, quien aseguraba que su tío Antonio evoluciona muy bien de la infección por la que tuvo que ser ingresado hace mes y medio. Una familia asidua al Rastrillo y que este año ha colaborado con más de 300 raciones de cocido de su restaurante La Rayúa. Además, se mostraron muy ilusionados por la futura boda, en apenas dos semanas, de Fernando y Ana Boyer.
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