Harvey Weinstein: un divorcio de 12 millones de dólares

Según su acuerdo prenupcial, Georgina Chapman recibirá ese monto.

Después de la tormenta vienen los acuerdos financieros. Varios medios han hechos públicos los «sobornos» que Harvey Weinstein firmó con sus víctimas a lo largo de los años. Algunos llegan al millón de dólares. Sin embargo, al productor todavía le queda por pagar el más caro de ellos: su contrato prenupcial con Georgina Chapman, su esposa desde hace una década. «TMZ» ha publicado el acuerdo que establece que a la diseñadora le corresponden cerca de 12 millones de dólares tras el divorcio. Ella anunció que le dejaría en octubre, poco después de que se conocieran los múltiples casos de abusos en que estuvo involucrado su esposo. Sin embargo, el divorcio no se ha firmado aún. Según el portal estadounidense, el acuerdo de los Weinstein establece que ella tiene derecho a 4.750.000 dólares por concepto de bienes conyugales; 250.000 dólares por cada uno de los primeros cinco años de matrimonio y 700.000 por cada uno de los siguientes cinco. Además, le corresponden tres millones de dólares por asignación de vivienda y otros cuatro millones –400.000 por cada año– de manutención.

El 15 de diciembre marcó el décimo aniversario de la pareja y aunque no hubo motivo de celebración, la fecha sí es significativa en términos legales. Y es que antes de la década de matrimonio a Chapman le habrían correspondido 300.000 dólares de manutención anuales, pero una vez superada esa barrera el monto aumenta a 400.000. Además, si el divorcio se retrasara un año más, Weinstein pasaría de deberle 700.000 anuales en concepto de bienes conyugales a deberle un millón de dólares por cada año juntos. El documento además establece que ninguno de los dos puede publicar cartas, fotografías o relatar historias sobre su pareja, ya sea sobre cuestiones personales o financieras.

Aunque el monto es considerable, resulta más bajo de lo esperado, dado que la fortuna de Weinstein está valorada en alrededor de 250 millones de euros. Además, Chapman podría ver afectado su negocio por culpa de su esposo. Marchesa era una presencia asegurada en la alfombra roja porque Weinstein pedía a las actrices que la llevaran. Aunque la marca no ha hablado de pérdidas hasta ahora, la prueba de fuego vendrá en 2018, cuando volverá a la pasarela –en la Semana de la Moda de Nueva York– y se celebrarán los Globos de Oro y los Oscar. Sin la presión del productor y bajo la sombra del escándalo, ¿alguien vestirá de Marchesa?