Caso Malaya
Julián Muñoz: «Firmé convenios hasta en el capó de los coches»
El exalcalde de Marbella Julián Muñoz ha asegurado hoy durante su declaración en el juicio del caso Goldfinger que el fallecido alcalde Jesús Gil le engañó y que firmaba convenios urbanísticos como un autómata, "hasta en el capó de los coches".
Muñoz, que ha declarado en calidad de acusado por prevaricación urbanística y fraude, ha admitido durante el juicio que firmó tres convenios urbanísticos relacionados con unos terrenos donde estuvo la antigua casa del actor Sean Connery en Marbella.
Sin embargo, Muñoz ha insistido en numerosas ocasiones que su única participación fue la firma, ya que él no negoció nada, "no estoy echando la culpa al muerto, estoy diciendo la verdad, me fié de Gil y parece que me engañó bastante".
"Jamás he negociado un convenio, jamás me he sentado con un promotor o un técnico, yo solo firmaba los convenios que el señor Gil me mandaba y yo, desgraciadamente, obedecía", se ha lamentado.
Ha admitido haber firmado cientos de convenios por orden de Gil, pero ha insistido en que desconocía cómo se elaboraban: "cómo iba a yo cuestionar algo que venía de Gil y avalado por los técnicos, cuando yo no tenía ni idea y entonces menos del urbanismo", ha subrayado.
Pese a reconocer su firma en los convenios ha negado el delito de fraude que le imputa Anticorrupción y ha vuelto a mostrarse arrepentido por los daños causados a Marbella, a su familia y a él mismo.
Durante la sesión del juicio Muñoz se ha desvanecido, pero no ha perdido el conocimiento, por lo que tras ser consultado por el presidente del Tribunal sobre si se encontraba bien, ha continuado el juicio.
Posteriormente, dos médicos lo han examinado y lo han traslado al Instituto de Medicina Legal para comprobar su estado.
Ya en la primera sesión del juicio Muñoz, que cumple condena en prisión por el caso Malaya, pidió no asistir todos los días por4 su estado de salud y hoy lo había vuelto a solicitar antes del incidente, petición que el presidente del Tribunal había aceptado, como ya hizo en el caso Fergocon.
Por otra parte, los seis exconcejales procesados han admitido los hechos que le imputa el fiscal sobre delitos contra la ordenación del territorio y se ha conformado con la acusación.
En este procedimiento se investiga la recalificación urbanística de la parcela de la antigua casa de Sean Connery en Marbella y un supuesto fraude fiscal en la venta de las 72 viviendas que se construyeron en dicho suelo.
Pese a que el caso se denomina Goldfinger, una de las películas protagonizadas por Sean Connery, el actor "nunca aparece en la causa tomando decisiones, no aparece su firma en documento alguno que pudiera incriminarle, no gestiona ni dirige la sociedad Malibú S.A.", según el instructor.
Entre el resto de procesados hay dos abogados, un empresario, tres asesores fiscales y empleados de la banca.
El juicio continúa mañana con la declaración del cerebro del caso Malaya, Juan Antonio Roca, que fue gerente de la empresa Planeamiento 2000, encargada del urbanismo en Marbella y que ha comenzado hoy a explicar cómo se llevaron a cabo los convenios investigados en esta causa.
Efe
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