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Julio Iglesias, la familia y uno más

El miércoles es el día clave en la demanda de paternidad de Javier Santos contra el cantante.

Julio Iglesias, a la izquierda, y Javier Santos, presunto hijo del cantante
Julio Iglesias, a la izquierda, y Javier Santos, presunto hijo del cantantelarazon

El miércoles es el día clave en la demanda de paternidad de Javier Santos contra el cantante.

El próximo día 31 será una fecha clave en la vida personal de Julio Iglesias. Es el límite fijado por el juez José Miguel Bort, que investiga la demanda de paternidad de Javier Sánchez Santos, quien aportó una prueba de coincidencia de ADN del 99,9 por ciento con Julio Iglesias. El magistrado dio diez días al cantante para que le notifique si se someterá o no a una prueba que determine ante el Juzgado si es padre biológico o no del demandante.

En el momento de escribir estas líneas, Julio ha dado la callada por respuesta, el secretismo rodea al caso, el artista no se manifiesta ni sus abogados se han puesto con contacto con el bufete Osuna, que lleva los intereses legales de Javier. Fernando Osuna lucha desde hace años para lograr que Javier sea declarado hijo legítimo de Julio, y está convencido de que «todo va a ser favorable para mi cliente. El 31 será el último día para que Julio Iglesias se pronuncie sobre si se hará o no las pruebas de ADN».

–¿Qué puede ocurrir?

–Cabe la posibilidad de que ni conteste, lo que nos beneficiaría totalmente... Si opta por someterse a las pruebas, cosa que me extrañaría, el juez le citará el día que estime oportuno en el sitio que corresponda. Si se niega a hacérselas, el efecto será muy negativo para él porque el magistrado aplicaría un artículo de la ley por el que le puede declarar padre de Javier. No se le olvide que nosotros podemos demostrar que los ADN del señor Iglesias y de mi cliente coinciden al 99,9 por ciento. Si Julio Iglesias se niega, le va a adjudicar una segura paternidad.

–¿Los abogados de la parte contraria no han intentado llegar a un acuerdo con usted antes del posible juicio?

–No tenemos noticias de ellos.

–¿Cómo está Javier en este tramo final del proceso?

–Muy tranquilo y contento porque tiene todas las de ganar. Ilusionado, sabe que científicamente es hijo de Julio Iglesias. El mundo de la genética lo certifica, las pruebas son contundentes. Como comprenderá, yo no me habría metido en este asunto si no estuviera seguro de que vamos a ganar.

–¿Le han llegado noticias del estado de ánimo de Julio ante la que se le viene encima?

–No. Supongo que, a pesar de su silencio, estará preocupado. Espero que el caso de Javier tenga el mismo éxito que el que conseguimos con el de Manuel Díaz, demostrando que es hijo de Manuel Benítez «El Cordobés». Pero siempre digo que, pase lo que pase, científica y genéticamente la razón está de nuestra parte. De eso no hay la menor duda. Mi cliente es hijo del señor Iglesias y lo que hace falta es que la Justicia respalde esa verdad científica. No tendría sentido que el Derecho fuera por un lado y la Ciencia por otro.

Conocer a sus hermanos

Osuna recuerda que «mi cliente ya conoce a uno de sus hermanos, a Julio José Iglesias Preysler, y le gustaría conocer personalmente al resto. Para cualquier persona es muy importante relacionarse con su familia y Javier lo ha pasado muy mal sin un padre en su vida. Ha tenido que escuchar muchísimas veces que dónde estaba, que nunca aparecía en público con él. Es muy duro, ¿no?».

–También tiene pendiente una larga conversación con Julio...

–Evidentemente. Javier tiene muchas preguntas que hacerle a su padre biológico.

–¿Desde el rencor?

–No, desde el reconocimiento. Pero, ahora mismo, veo poco probable ese encuentro. Dejemos que se precipiten los acontecimientos, el futuro ya dirá lo que tenga que decir.

Fernando Osuna piensa que, pase lo que pase, el juicio tendrá lugar antes de Navidad, a no ser que el Juzgado esté sobrecargado de trabajo, y prevé que, como sucedió con Manuel Benítez «El Cordobés», se trate de un proceso rápido, de no más de diez minutos: «Lo que se está comprobando es que el cantante está retrasando este caso todo lo que puede. Primero, por negarse a recoger la demanda; ahora, con la competencia de los tribunales. Debe tener mucho miedo a que la Justicia dicte sentencia en su contra sobre esta paternidad».