Blanqueo de capitales
La fuga de dinero de Isabel Pantoja: pierde hasta 100.000 euros por cada concierto que no ofrece
Se pasa el día en la celda haciendo punto de cruz porque el ambiente del módulo, donde la han apodado «La Bicho», le es contrario.
Isabel Pantoja sigue viviendo en prisión la peor etapa de su vida. Esperaba que en septiembre le concedieran el tercer grado, la suspensión de condena o, por lo menos, un permiso que coincidiera con el 26 del pasado mes, el treinta y un aniversario de la muerte de Paquirri. Al final, su «homenaje» de viuda triste se limitó a mandar un ramo de flores a la tumba del torero y un mensaje escrito como emotivo recuerdo para quien fue el hombre de su vida. Pero no ha conseguido nada. Todo ha quedado en una ilusión baldía. Isabel llora en silencio su desgracia y se encuentra con graves problemas económicos, incluso para hacer frente a la multa de un millón de euros con Hacienda, de la que aún debe 600.000. Esta semana tendría que haber entregado 200.000 porque llegó a un acuerdo para dividir la cantidad en cinco partes, pero se las ve y se las desea para poder cumplirlo. No consigue vender las pocas propiedades que le quedan. Pide demasiado por «Cantora» y, ante sus pretensiones, un grupo americano se echó atrás en su intención de comprar la finca.
Una fuente de dentro de la cárcel sevillana de Alcalá de Guadaíra, donde cumple condena la tonadillera, nos revela que «esa señora apenas tiene amigas, si es que se le pueden llamar así, en prisión. Se pasa buena parte del día en su celda, haciendo punto de cruz, confeccionando ropa para sus nietos. Protesta por todo, se limita a hacer su cama y ni lava ni le lavan otras reclusas la ropa. Es su hermano Agustín el que, cada semana, trae y se lleva las prendas de Isabel. El ambiente es bastante contrario a la cantante, un grupo de reclusas no la pueden ni ver y le hacen la vida imposible. Está deprimida, echa mucho de menos a su familia y cuenta con pena que la madre de uno de sus nietos, Jessica Bueno, se está portando muy mal con ella, porque no le ha llevado nunca al niño a verla. Y le duele mucho que ahora viva en Londres...». Era muy fuerte, pero la prisión y la enfermedad han debilitado su carácter.
Se calcula que podría estar perdiendo entre sesenta y cien mil euros por actuación. Los empresarios se la rifan y ya tiene ofertas para cuando salga de la cárcel. Eso sí, antes de volver a los escenarios deberá pasar por el foniatra para cuidarse la voz y tenerla perfecta en su «rentreé» musical. No se ha confirmado el rumor de que habría recibido un adelanto de doscientos mil por parte de dos empresarios a cuenta de futuros conciertos. Una cantidad que le permitió afrontar una de las cuotas de la deuda hace dos meses.
Su abogado, Carlos Esteban, afirma que la salud de su clienta «no ha mejorado ni empeorado, ella sigue con su medicación y hace una dieta con la supervisión de los servicios médicos». Pero están preocupados porque Pantoja es incapaz de seguir sus recomendaciones de dejar de fumar definitivamente y de que no beba ciertos refrescos. Ha logrado reducir el consumo de tabaco diario, de 20 cigarrillos a la mitad,y el número de bebidas de cola. Antes tomaba seis latas al día, mientras que ahora solamente tres, un consumo todavía excesivo y nada recomendable, dada su diabetes y su enfermedad de riñón, que la mantuvieron ingresada varias semanas este verano.
Cambios de humor
Rosalía, hermana de una de las presas, cuenta a LA RAZÓN que «los continuos cambios de humor de Isabel no sientan bien al resto de reclusas, porque es una mujer que lo mismo es amable que contesta de malas maneras. La han apodado ‘‘La Bicho’’ porque no hay quien la aguante». Hace poco, a alguien se le ocurrió que el grupo de teatro de la cárcel representara una obra sobre la vida de Isabel en prisión, pero a la artista no le debió de hacer mucha gracia y el proyecto está en el olvido.
Tampoco se harán a corto plazo, a no ser que Isabel cambie de opinión, sus exclusivas millonarias con Telecinco y con la revista «¡Hola!», y sigue pendiente una reunión con un conocido periodista que escribiría el libro carcelario de la cantante. Unos ingresos que aún están en el aire porque ella prefiere llevarlos a cabo cuando salga de Alcalá de Guadaíra y haya cumplido su condena.
Sus hijos están preocupados y utilizan las redes sociales para mandar mensajes de apoyo y de denuncia por lo que consideran «una situación injusta». Chabelita escribe en Twitter: «Si mi madre fuera otra persona, estaría fuera». Y Kiko Rivera hace lo propio: «Creo que mi madre ha cumplido hace bastante». Pero lo primero que tendría que hacer Isabel es reconocer que cometió un delito. Mientras no lo haga, sus esperanzas de salir de Alcalá de Guadaíra y recuperar la libertad perdida parecen lejanas.
✕
Accede a tu cuenta para comentar