Moda
La pasión «secreta» de Nieves Álvarez
La modelo y su marido, Marco Severini, ya viven separados, y aunque no se espera que haya luchas judiciales, piden respeto por sus hijos.
La separación de Nieves Alvárez y Marco Severini parece la crónica de una muerte anunciada. Los íntimos de la pareja ya conocían que las desavenencias y las crisis se venían sucediendo desde hace más de dos años, y que ambos, a pesar de los rumores de infidelidad, han intentado salvar su matrimonio hasta el final. Ahora no hay vuelta atrás y se enfrentan a un divorcio de mutuo acuerdo... por el bien de sus tres hijos (Adriano, de diez años, y los mellizos Bianca y Brando, de ocho). Pero, como cualquier ruptura mediática, las informaciones sobre la modelo y el fotógrafo nos descubren facetas ocultas que podrían haber sido uno de los detonantes del adiós. Según diversos medios, Marco Severini «habría estado tonteando estos últimos meses con una conocida e influyente bloguera de moda, e incluso hay unas fotos comprometedoras de por medio que podrían estar circulando por las redacciones de las revistas del corazón. Los amigos del fotógrafo, sin embargo, lo niegan». Pero también se especula con que Nieves pudo encontrar su «paño de lágrimas» ante las desavenencias en un buen amigo, relacionado con el mundo del toreo, que fue confidente fiel en los momentos más duros. Y si la pareja no llegó a más es porque los dos están casados y decidieron anteponer los deberes familiares a una posible aventura que no alcanzaba a materializarse en un futuro feliz en común.
«Lo estoy pasando muy mal»
Pudo ser la pasión más secreta de la top model, el remedio a la ilusión perdida. Los dos se compenetraban a la perfección, tenían gustos similares e inquietudes parejas, y de haber subido un peldaño su amistad tan especial, el escándalo habría sido absoluto. Hoy, las circunstancias les han llevado por caminos separados. Ni se ven, ni se hablan, ni se escriben... De aquella fuerte relación solamente queda un buen recuerdo. Un amigo de la modelo nos desvelaba esta misma semana que «se han dicho muchas cosas, pero Nieves jamás ha sido infiel a Marco. Es verdad que esa historia de la que hablas existió, que las confidencias entre uno y otro son ciertas, que Nieves se ilusionó por la personalidad de ese hombre, pero nada más. Quizá se sentía sola y desprotegida y se apoyó en aquel amigo fiel». La presentadora del programa matinal de moda de los sábados de TVE está muy preocupada ante el desarrollo de los acontecimientos en su vida personal. El pasado fin de semana la vimos por última vez con su todavía marido en la boda de María, la hija del diseñador Roberto Torreta, con Jaime Rey, en la localidad segoviana de Pedraza.
Nieves agarraba del brazo a Marco pero parecía distante, como si el gesto fuera un simple paripé ante los flashes fotográficos. Más delgada que de costumbre, con el rostro apenado, incluso «avejentada», intentaba aparentar junto a su esposo lo que nadie se cree ya, la imagen de un matrimonio feliz. La modelo es transparente como la vida misma, no sabe fingir, y lo mismo que durante años hizo gala de una sempiterna sonrisa, ahora es todo lo contrario, y los pesares y las tristezas han ocupado el sitio de las alegrías. Pero no le asusta un futuro sentimental en solitario, los que la conocen bien la califican como una mujer «con mucha personalidad, muy fuerte, y que sabe hacer frente a los problemas con firme decisión». Nuestro periódico pudo hablar con ella unos minutos hace unos días, poco después de que intentara esquivar a los periodistas en un acto público, y nos confesó que «lo estoy pasando muy mal, pero pido respeto porque soy madre de tres hijos. Y si Marco y yo tenemos que decir algo, lo haremos juntos... No queremos que se divulguen especulaciones sin sentido, porque pueden hacer mucho daño». Existiera o no el coqueteo que sobrepasa la amistad entre Nieves y su amigo, todo quedó en eso, porque ninguno de los dos se atrevió a dar un paso más. Había mucho en juego. Y era difícil cruzar el límite de la amistad, aunque, posiblemente, en otras circunstancias, el desenlace hubiera sido distinto. La realidad nos conduce a una situación muy dura, con Nieves y Marco haciendo ya vidas separadas, con el único nexo de unión de sus hijos. Dicen que el fotógrafo ha alquilado un apartamento muy cerca del hasta ahora piso conyugal del aristocrático barrio de Salamanca. Los paparazzi le ven entrar en él cada día y pasear por la zona, cercana al parque del Retiro, con los niños.También cuentan que este verano, y a pesar de la separación matrimonial, Marco y Nieves pasarán unos días de vacaciones con los tres. Por el momento, la modelo admite que «no tengo decidido el lugar donde las pasaré con mi familia, ya veremos». No quiere que los menores lo pasen mal e intenta, por todos los medios, que el respeto prime sobre los sinsabores de la ruptura. Por tanto, ni se esperan pugnas judiciales ni luchas por la custodia de los pequeños.
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