Sociedad

La tableta de chocolate del cuñado de Pippa Middleton

Spencer, el musculoso hermano del millonario James Matthews es conocido por su afición a las polémicas, los «realities», el lujo y los excesos.

La tableta de chocolate del cuñado de Pippa Middleton
La tableta de chocolate del cuñado de Pippa Middletonlarazon

Spencer, el musculoso hermano del millonario James Matthews es conocido por su afición a las polémicas, los «realities», el lujo y los excesos.

Esta semana saltaba la noticia. Pippa Middleton, la hermana mayor de la duquesa de Cambridge, confirmaba su compromiso con el millonario James Matthews, un joven que ha amasado su fortuna gracias a su trabajo como inversor en Londres. Un perfil que previsiblemente dará pocos quebraderos de cabeza a su familia política del Palacio de Kensington, ya que es hijo de un terrateniente y estudió en Eton College, el internado al que asistieron también los príncipes William y Harry. Quien sí está dando que hablar es el hermano pequeño de su prometido, Spencer Matthews, al que muchos ya llaman la oveja negra de la familia real británica.

La trayectoria del «cuñadísimo» es, cuando menos, controvertida. Mientras James, de 40 años, se abría camino en la capital británica con una prometedora carrera manejando fondos de inversión, el benjamín de los Matthews se ha dedicado a poner precio a su agitada vida privada. En enero de 2011 saltó a la fama de la mano del «reality» británico «Made in Chelsea», donde participó junto a otros hijos de millonarios que malgastaban la fortuna de sus padres en fiestas, lujos y excesos. Su estilo de vida, junto a un físico musculado, convirtieron a Spencer en una de las estrellas del programa, aunque lo abandonó dos meses después. Pero aún le quedaba tiempo en pantalla por delante. Los siguientes cuatro años estuvieron repletos de polémicas aparaciones catódicas en las que no dudó en alardear de su éxito con el sexo opuesto. Incluso llegó a afirmar que perdió la virginidad a los 13 años, por lo que, según él, ya se ha acostado con más de mil mujeres, entre las que figura Lauren Hutton, una modelo con la que se vio recientemente a Leonardo DiCaprio.

Una postura delatora

En 2012 comenzaron los verdaderos problemas: las cámaras captaron al menor de los Matthews en una delatora postura durante una fiesta privada y se llegó a especular que se trataba de cocaína. Una hipótesis no muy mal encaminada si se tiene en cuenta la opinión de Spencer sobre el consumo de drogas. «No creo que la cocaína sea para tanto... Mucha gente la consume», admitía el año pasado a la revista «Cosmopolitan», después de que en su libro, «Confesiones de un chico de Chelsea», escribiera: «Sabía que tomar cocaína no estaba bien. Como todos los padres, los míos también me adviertieron de que me alejara de las drogas, pero a veces queremos experimentar cosas nuevas».

No obstante, sus experimentos terminaron por jugarle una mala pasada, provocando su expulsión de un concurso de supervivencia en el que participó el año pasado. Los productores del programa afirmaron que el joven era adicto a los esteroides, aunque él aseguró que los tomaba como parte de un tratamiento médico. Tras este episodio, Spencer habría decidido retirarse de las cámaras para acudir, según los medios británicos, a un centro de desintoxicación. De hecho, a juzgar por su perfil de Instagram, el menor de los Matthews ha elegido un campamento de «fitness» situado en Ibiza y llamado No1 Bootcamp para continuar con su recuperación. «Tras mi estúpido error del año pasado, he estado trabajando duro para mantenerme limpio y saludable. No1 Bootcamp me ayudó a conseguir mis metas», escribió en Instagram hace unas semanas. Aunque parece que finalmente va por buen camino, el cuñado de Pipa no posee precisamente el perfil perfecto para un miembro, aunque político y algo lejano, de la familia real británica.