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La venganza póstuma de Chiquetete
Su última pareja, Carmen Gahona, está trabajando en el libro de las memorias del cantante, que encierran secretos y mucha polémica.
Su última pareja, Carmen Gahona, está trabajando en el libro de las memorias del cantante, que encierran secretos y mucha polémica.
Tiembla el mundo de las folclóricas. Carmen Gahona, la viuda de Chiquetete, está poniendo en orden las notas manuscritas que dejó el cantante con la idea de sacar a la luz unas memorias que prometen ser polémicas. Su muerte inesperada a mediados de diciembre demostró que su relación con algunos familiares, como su prima Isabel Pantoja, era totalmente inexistente, y en el futuro libro se contará la verdad sobre el desencuentro entre ambos y su distanciamiento tras una durísima conversación telefónica. La tonadillera no fue al entierro del hombre que le dio su primera oportunidad de subirse a un escenario. En este sentido fue injusta. Y es el momento de abrir la caja de los truenos. También se contará con todo detalle el motivo de la ruptura de Antonio con Raquel Bollo, y nos dicen fuentes cercanas al artista que «va a haber grandes sorpresas, porque ella lo desorbitó todo. Sus peleas con él no eran como lo ha contado durante años en la televisión. Ni Antonio era tan malo ni ella es tan buena».
El artista se murió sin hacer realidad su sueño de publicar una autobiografía en la que saldrán malparados unos cuantos. Gahona ya tiene corrector, un alto cargo de una universidad sevillana, con el que se verá en las próximas semanas para empezar a escribir. Las malas lenguas ya hablan de la venganza del fallecido desde el más allá y a la que fuera la mujer de su vida durante 17 años, Carmen, como la mano ejecutora del «ajuste de cuentas». Gahona nos confirma la intención de publicar ese libro. Está convencida de que a muchos les ha entrado el miedo al saberse esta noticia: «Estoy ordenando papeles y no se callará nada. Antonio y yo estuvimos recopilando datos en los últimos años, recordando anécdotas y situaciones buenas y malas. En estos últimos días estoy abriendo muchas cajas con fotografías, documentos, es un trabajo agotador pero la ilusión es muy grande».
La misma Carmen aclara una cuestión de la que todos hablan desde que su pareja falleció. Un aviso para aquellos que creen que Chiquetete murió rico. No hay nada que repartir, según nuestra interlocutora: «Solamente quedaron deudas que estoy pagando yo. Antonio no tenía nada. Las iré pasando poco a poco. Como te dije hace unos días, de todo se sale».
Tres mujeres tendrán el mayor protagonismo en las memorias. La primera, Amparo Cazalla, una bailaora de renombre. Se casaron en 1971, estuvieron juntos 21 años y fueron padres de tres hijos, Antonio, Francisco y Rocío. Precisamente, el segundo es guitarrista y cantante como su padre, y llevará a partir de ahora su apodo. Un amigo del fallecido nos dice que «Antonio estaba muy unido a Fran, actuaron juntos muchas veces y estará orgulloso de que su hijo haya heredado su apodo».
Los tres amores
La segunda es Raquel Bollo, con la que contrajo matrimonio por lo civil en 1993. Ella era 27 años más joven que su marido, y su matrimonio vivió momentos de extrema «dureza» y acusaciones mutuas. Ocho años de amor, dos hijos, Alma y Manuel, y enfrentamientos en los juzgados. Manuel admiraba al gran artista que era su progenitor y sufrió lo indecible en esos años en los que no tuvieron la menor relación. Quizá su inesperada aparición en el entierro de su padre sirviera a modo de reconciliación espiritual cuando la física era ya imposible. Finalmente, la última en llegar a su vida fue Carmen Gahona, con la que convivió 17 años y con la que recuperó la estabilidad perdida. Ella fue la que consiguió alejar a Antonio de las malas amistades y ciertos hábitos que perjudicaron su salud. Y la que le respondió siempre con firmeza en los platós televisivos a aquellos que le atacaban. Y es que Antonio prefirió alejarse de los medios y Gahona fue su portavoz y su defensora más ardiente.
Para Inma, esa joven de 30 años que salió en «Sálvame» presumiendo de haber sido la amante del artista, no hay sitio en el libro. Carmen y su hija la expulsaron de la sala donde se velaba en diciembre el cadáver de Chiquetete. Nadie entendió su presencia en un día tan triste para la familia. De no surgir contratiempos que lo impidan las esperadas memorias no verán la luz hasta, por lo menos, finales de año. Antes se publicarán otras sobre su trayectoria artística. Pero esa es otra historia.
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