Casa Real
Las tres vueltas al mundo de Don Juan Carlos
A punto de cumplirse un año de su abdicación, su círculo más cercano destaca su buena forma. La bicicleta y la piscina son las claves
A punto de cumplirse un año de su abdicación, su círculo más cercano destaca su buena forma. La bicicleta y la piscina son las claves
Medio año ha pasado desde que Don Juan Carlos hiciese sus primeras declaraciones a los medios tras su abdicación: «Estoy muy contento, y no os echo nada de menos», bromeó con la prensa en las bodegas asturianas de Marqués de Murrieta, antes de explicar que seguía con sus ejercicios de mantenimiento «para mantenerse en forma». Desde entonces y, según fuentes médicas cercanas al padre de Felipe VI, la evolución física de Don Juan Carlos es cada vez mejor: «la época de las operaciones se ha terminado», aseguran –ocho, desde 2010 hasta 2013–. Los casi 130.000 kilómetros que ha recorrido para viajar a una treintena de países desde que renunciara a la Corona lo corroboran: ha dado casi tres veces la vuelta al mundo entre viajes públicos y privados. Según aseguran, ninguna recaída es descartable, como es lógico, pero si la recuperación del Rey Emérito sigue por este camino es «prácticamente inviable».
A día de hoy, Don Juan Carlos, quien ya dejara la fase de rehabilitación intensiva en abril del año pasado –tras su última intervención quirúrgica de cadera en noviembre de 2013–, sigue realizado gimnasia de mantenimiento diaria por la mañana que, según informan, consiste fundamentalmente en ejercicios de natación y también de bicicleta. El doctor Manuel de la Torre, quien operara al padre de Felipe VI de una doble hernia discal en marzo de 2013, en La Milagrosa –y que le realiza un seguimiento desde entonces como paciente suyo–, explica que «hay dos cosas que son fundamentales en las personas intervenidas», tanto de cadera como de columna: «Una es el control de peso y hacer un ejercicio controlado para ganar tono y masa muscular, además de elasticidad». De la Torre asegura que gracias a estos ejercicios y a la fuerza de voluntad «Don Juan Carlos se encuentra estupendamente». El cirujano, actualmente director de la Unidad Multidisciplinar de Neurología en el hospital Quirón San Camilo en Madrid, se deshace en elogios hacia él como paciente: «Le veo cada mejor en todos los sentidos, es muy gratificante tratarle porque es una fuente de sabiduría, fortaleza física y mental, con gran capacidad de trabajo y de alegría».
Independientemente de la evaluación médica, las últimas apariciones públicas de Don Juan Carlos hablan por sí solas. Su último viaje de placer fue a Jerez, para asistir al GP de España de motociclismo, en el que su expresión relajada contribuyó a esa buena imagen de salud.
Desde que el 18 de junio Don Juan Carlos sancionara su última ley, la de su propia abdicación, ha pronunciado 12 discursos, realizado 2 viajes oficiales, asistido a 34 actos y presidido 5 audiencias. Zarzuela incidió en que, tras su renuncia a la Corona, seguiría manteniendo una agenda pública, sobre todo exterior, en función de la ayuda que precisara de él tanto la Corona como el Gobierno. La agenda de contactos del que ha sido Rey de España durante 39 años es reconocida internacionalmente, por lo que tampoco ha descuidado sus relaciones internacionales, y a principios de año viajó de forma privada a Arabia Saudí para saludar al nuevo rey Salman Bin Abdulaziz y darle el pésame por el dallecimiento de Abdalá bin Abdulaziz.
Colombia fue su primer destino fuera de nuestras fronteras, en agosto, para asistir a la toma de posesión del nuevo presidente, y a principios de este año también se desplazó a Uruguay, una visita a la que rápidamente se añadió el viaje a Washington, en el que Don Juan Carlos mantuvo reuniones de alto nivel, partiendo de la premisa de que pertenece al reducido grupo de jefes de Estado que ha conocido a todos los presidentes de Estados Unidos desde John F. Kennedy.
El pasado mes de febrero la Casa del Rey publicó la asignación que la Familia Real recibe para este ejercicio, en la que Don Juan Carlos percibe 187.356 euros de los 292.752 que percibía como Rey, lo que supone un 36 por ciento menos. En los seis meses de reinado de 2014, Don Juan Carlos realizó 7 viajes oficiales, 40 audiencias y pronunció 19 discursos. Una agenda muy reducida, que se tuvo que acomodar a su estado físico tras las últimas operaciones. En lo que va de año ha presidido apenas 7 actos oficiales, el pasado martes uno de ellos, en que asistió a su primera reunión como presidente del patronato del Museo Naval en el Cuartel General de la Armada, cargo honorífico que recibió recientemente. Actualmente, Don Juan Carlos es Capitán General en la reserva de las Fuerzas Armadas, y posó muy animado con el unifome que ha lucido durante tantos años, siempre vinculado de una forma muy estrecha al mundo militar.
Intensa actividad
Pero la intensa actividad del que fuera Jefe de Estado de España durante 39 años no se queda en lo oficial. Al contrario. Es precisamente la que no consta en la agenda pública del padre de Felipe VI la que más ha trascendido porque, desde que abdicara, Don Juan Carlos no ha parado, literalmente. Si a finales del año pasado fuentes del entorno de Don Juan Carlos explicaron a este periódico que uno de los motivos por los que el Rey Emérito tomó la decisión de abdicar fue su maltratado estado físico, a día de hoy cualquiera pensaría en eso.
Don Juan Carlos fue muy celoso de su intimidad después de pasar el «relevo» a su hijo, y parecía imposible que traspasara los muros de La Zarzuela. Pero después del verano, cuando las cosas comenzaron a normalizarse, sus primeras apariciones públicas fueron en territorio español: en septiembre se le vio cerca de Burgos, en el Landa, y después fue a una tienda «delicatessen» para comprar morcillas. Las mismas fuentes informaron a este periódico que le apetecía rodearse de sus amigos de toda la vida, y «hacer cosas tranquilas, como ir a restaurantes y, de vez en cuando, hacer una escapada al campo». Pero a finales de noviembre sorprendió con un viaje hasta Abu Dhabi para apoyar a Fernando Alonso en su última carrera con Ferrari de la temporada de Fórmula 1. Un sonriente Don Juan Carlos incluso dio una primicia a la prensa desvelando que el piloto asturiano le había revelado que se marcharía a McLaren. Este mes de abril Don Juan Carlos volvió a cruzar el charco también a un país del Golfo, concretamente a Bahrein, en el que una vez más competía Alonso en el circuito de Sakhir. Entre otros de sus «sonados» viajes privados, Don Juan Carlos pasó Nochebuena y Navidad en Madrid, pero tras las fechas familiares decidió despedirse de un año tan determinante para él en Beverly Hills, y allí estuvo hasta su cumpleaños el 5 de enero, día en que almorzó en uno de los restaurantes más conocidos de la zona, The Ivy. El padre de Felipe VI también está aprovechando el tiempo libre que le permite su nueva situación para visitar a sus viejas amistades, y así se le pudo ver en la República Dominicana a principios de marzo,para visitar al magnate del azúcar Alfonso Fanjul y pasar unos días en su compañía y en la de las personas más influyentes y poderosas de Nueva York, como familiares de la familia Trump. En resumen, un Rey «jubilado» que a este ritmo poco tendrá que envidiar a Phileas Fogg.
Con buenos amigos en Jaén
Al Rey Juan Carlos también le gustan los lugares tranquilos, en contacto con la naturaleza, disfrutando de los buenos amigos, especialmente en ámbitos de caza. Eso suele hacer cuando viaja hasta la provincia de Jaén, uno de los lugares preferidos por jefes de gobierno de forma habitual. José María Aznar solía hacerlo. El Rey tiene entre sus amigos a propietarios de fincas de Sierra Morena y, por ello, suele pasar algún fin de semana en este bello paraje que limita Andalucía con Castilla La-Mancha. Pero la actividad cinegética no es la única a la que el Rey Juan Carlos dedica su tiempo libre, también al culto de viejos y nobles amigos. En próximas fechas visitará estos pagos serranos con la discreción que hasta ahora viene manteniendo en su vida privada.
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