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Muere Adnan Khashoggi, el magnate de la noche marbellí
Era tío de Dodi Al-Fayed, el amante de Lady Di, con quien murió en el accidente de coche de París
Adnan Khashoggi, el multimillonario que un día reinó el glamur de la noche marbellí a bordo del «Nabila», falleció ayer en Londres a los 81 años, víctima del Parkinson, según confirmó su familia a última hora de la tarde. Su estado de salud comenzó a flaquear el año pasado, cuando sufrió un grave derrame cerebral que le ha obligado a permanecer en silla de ruedas hasta el último de sus días. Además, padecía problemas de corazón, por lo que sus ingresos hospitalarios eran constantes.
Nada quedaba de aquel que un día fue seña de identidad de la Marbella de los años ochenta, ciudad a la que atraía a reputados banqueros, príncipes, reyes, mandatarios y personalidades de todo el mundo, como Brooke Shields, Farrah Fawcett, Liz Taylor, George Hamilton e incluso el presidente estadounidense Richard Nixon, al que, según cuentan las crónicas marbellíes, un día le dejó un maletín lleno de dólares en nombre de la aristocracia saudí. A todos pudimos verlos a bordo del «Nabila», el yate que Khashoggi atracaba cada verano en Puerto Banús y en el que celebraba lujosas fiestas a las que todo el mundo quería ser invitado. «Causaba furor cada vez que venía y los hoteles y demás establecimientos se lo rifaban», comenta a LA RAZÓN un hostelero que trabajaba entonces en la Costa del Sol.
w cuarenta millones
Causaba expectación. No solo por el derroche de ostentación, sino también por su conocido poder como hombre de negocios. Tanto fue así que acabó convirtiéndose en intermedario entre muchos países de oriente y occidente, un papel que lo convirtió entonces en uno de los hombres más ricos del planeta, con una fortuna estimada en más de 40 millones de euros.
Hijo de uno de los médicos más importantes de la familia real saudí, nació en La Meca, aunque se licenció en Economía por la Universidad de Stanford de California. Desde entonces ya demostró tener buenas dotes negociadoras, ya que mientras medio mundo veía los conflictos de Oriente Medio como una amenaza para la paz, él lo consideró como una gran oportunidad de renombre que no dejó pasar.
Todo cambió cuando sus problemas con la Justicia (acusado de blanqueamiento de dinero y tráfico de armas), le obligaron a abandonar Marbella después de que su residencia de «La Baraka» (suerte en árabe) fuera embargada por tres bancos. Además, tuvo que vender su buque insignia, el «Nabila», que casualmente acabó siendo adquirido por Donald Trump.
Khashoggi, que se había retirado en Riad aunque pasaba algunas temporadas en varias ciudades de Europa, tuvo dos mujeres: Soraya, madre de sus primeros cuatro hijos, y Lamia, con quien tuvo a su bejamín, Alí. También era tío materno de Dodi Al-Fayed, el amante de Diana de Gales, con quien murió en 1997 en el accidente automovilístico de París.
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