Barcelona
Su juicio de divorcio, en el aire
El 12 de septiembre de 2008, el castillo de Perelada (Girona) fue testigo del segundo «sí, quiero» de la niña más querida del tenis español. Estaba embarazada de dos meses y convencida de que Josep Santacana, al que había conocido en Ibiza y que ya tenía una condena por estafa en su CV, era «el amor de mi vida», pese a los «nones» que le llegaban por parte de su familia. Diez años y dos meses más tarde, el tiempo dio la razón a sus progenitores y a Arantxa Sánchez Vicario y al padre de sus dos hijos les espera una cita muy distinta, esta vez judicial, para dirimir su ruptura matrimonial.
Será el próximo 4 de marzo en el juzgado de Primera Instancia número 2 de Esplugues de Llobregat (Barcelona), ubicación elegida por Santacana tras retirar su primera demanda de separación en Miami, donde los jueces le exigían detalles minuciosos de su patrimonio. Además, el ex de Arantxa sabe que en España se respetarán las capitulaciones y la separación de bienes que firmó con su ex pareja ante notario, con lo que deja a Arantxa sola ante la demanda del banco de Luxemburgo.
Sin embargo, podría producirse una circunstancia que alteraría los planes de Josep. El tribunal de Miami, donde a su vez Arantxa presentó su divorcio, podría pronunciarse este mes de febrero, lo que provocaría un enfrentamiento de dos jurisdicciones opuestas y, una de ellas, fuera de España. Si así fuera, la defensa de la tenista se opondría a continuar con el procedimiento en Esplugues, como desea su ex marido. Con este panorama judicial la intención de ella en estos momentos sería no acudir a Barcelona en el mes de marzo y, si tuviera que testificar, hacerlo por videoconferencia. Desde que se separaron, el 3 de enero de 2018, entre la ex pareja, con dos hijos en común, Arantxa (9) y Leo (8), no ha habido ninguna comunicación pero sí muchos reproches, tanto económicos como afectivos. Mientras Arantxa le culpabiliza de su ruina, él asegura que la bancarrota fue por obra y gracia de los padres a los que ella acusó antes que él. Al tiempo que Sánchez Vicario asegura que a él le arrebató el pasaporte de uno de los niños y eso les impide salir del país, Santacana mantiene que la deportista no le deja ver a sus hijos desde que abandonó el domicilio familiar. Actualmente, la tenista vive con su hermano Emilio en Naples, una localidad a 200 kilómetros de Miami, al tiempo que trabaja como directora deportiva, por 3.000 euros al mes, y realiza colaboraciones como comentarista de televisión en competiciones de tenis. Santacana, sin ocupación conocida desde que pintaron bastos con la madre de sus pequeños, reside con su nueva pareja en un apartamento en Florida.
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