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Argentina: Llorenç González, en un multipaisaje
Fue testigo de todos los contrastes del país suramericano
Fue testigo de todos los contrastes del país suramericano.
Decidió hacer un viaje catártico a Argentina, completamente solo, un mes, a reencontrarse y experimentar. Y, de repente: «¿Vos sos el actor?». Sorpresa. Le reconocieron. No me lo imaginaba, pero tiene cierto sentido porque allí se ha visto mucho a través de las plataformas digitales “Gran Hotel” y “Velvet” (que en septiembre estrena segunda temporada en Movistar+). La verdad es que no iba preparado para eso, pero siempre es gratificante que te reconozcan por tu trabajo», cuenta Llorenç apenas días antes de regresar precisamente a la tierra de la que nos habla en este viaje. «Fue hace justo dos años, en un momento vital en el que quería validar la manera que tenía de hacerme cargo de mí mismo, por eso se me ocurrió hacer un viaje solo.
Y decidí Argentina por ponérmelo fácil con el idioma y porque la cultura del tango me encanta; escucharlo, bailarlo y cantarlo.También tenía muchos contactos allí. En Buenos Aires me acogió la tía de una amiga, pero después, cuando me moví por el país, fui más de mochilero, de albergues y conociendo gente». Se le presupone socialmente abierto, pero aclara que no tanto y que la necesidad ahoga. «Es un país fácil en ese sentido. Pero lo que más me impresionó es que es tan grande que tienen todos los paisajes posibles. Las Cataratas del Iguazú, terrenos montañosos en todos los colores, Península Valdés, donde están las ballenas y en verano me consta que incluso te puedes bañar con ellas, El Calafate, que es hasta donde yo llegué y donde están los glaciares... Es un espectáculo. En un mes tuve todos los paisajes y climas. Y desde un punto de vista personal, resultó muy catártico, fue muy revelador». Dio para mucho, pero confiesa que aun le quedan cosas por ver. Lo tiene fácil: «Ahora, el 11 de agosto, regreso. Escribí un monólogo basado en ese viaje y ahora me ha surgido la oportunidad de representarlo en Buenos Aires.
Estaré al menos un mes y medio y aprovecharé para visitar esos lugares pendientes». Porque además de interpretar y cantar, resulta que Llorenç González también escribe: «Siempre he escrito, pero nunca lo había hecho pensando en el público. Fue un amigo quien me animó a que escribiera ese monólogo. Y lo hice. Después decidí añadir unos cuentos que ya había escrito inspirándome en los paisajes y las ballenas, y completar la actuación cantando un par de tangos. Y allá voy, a relatar de esta manera mi primera experiencia viajando en solitario». Una cosita más: ojo al poder de las redes. «Me surgió la oportunidad gracias a Instagram. Me escribieron dos hermanas que se dedican a este tipo de eventos en Buenos Aires y entre los tres encontramos la manera de llevarlo a cabo. Estoy encantado». No hay viaje que por bien no venga.
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