Ciencias naturales
¿Hemos estudiado una Física equivocada?
Podría existir una fuerza más en el universo, además de las cuatro conocidas
Podría existir una fuerza más en el universo, además de las cuatro conocidas
Imagine que todo lo que sabíamos hasta ahora sobre la física, la materia o el cosmos estuviera equivocado. Que ni Newton, ni Einstein, ni Planck hubieran atinado. Imagine que los libros que explican cómo funciona el universo, y por qué caen las manzanas al suelo o por qué los imanes atraen a los metales hubiera que reescribirlos. Puestos a imaginar, imagine que eso ocurre de la noche a la mañana y esa noche y esa mañana son hoy.
El mundo de la ciencia anda algo revuelto en medio del estertor del verano austral por algo que se está cociendo en los laboratorios del Instituto de Investigación Nuclear de Hungría. Allí aseguran tener pistas de lo que podría ser una quinta fuerza fundamental de la naturaleza. Lo malo es que, por lo que hasta ahora hemos sabido, la naturaleza sólo puede tener cuatro fuerzas. ¿Qué esta pasando?
Empecemos por explicar lo de las cuatro fuerzas. El modelo actual de explicación del cosmos sugiere que todo lo que ocurre en el espacio, desde los movimientos de las galaxias hasta los latidos del corazón de un renacuajo, desde la atracción de los imanes a la transmisión de información por un cable de fibra óptica, está gobernado por cuatro fuerzas. El electromagnetismo, la fuerza nuclear débil, la fuerza nuclear fuerte y la gravedad. Es como si estas fuerzas fueran las reglas de juego básico, las fronteras en las que todo lo demás puede suceder.
En realidad no existe ninguna razón para creer que no puede haber más fuerzas, pero resulta que todos los fenómenos físicos detectables se explican por alguna de estas cuatro. Digo bien lo de «detectables» porque la Física ha tenido que lidiar con el pequeño problema de que un 90 por ciento de la materia del cosmos es indetectable (es materia oscura). ¿Se regirá también esa parte nada desdeñable de la naturaleza por las cuatro famosas fuerzas?
Aquí es donde entra la investigación húngara. Al parecer, se ha detectado una anomalía en el comportamiento del núcleo del berilio 8. Cuando este elemento se excitaba y volvía al estado de reposo, parte de la información que enviaba no entraba dentro de lo esperado. Se especuló con que pudiera tratarse de la existencia de alguna partícula nueva desconocida, una suerte de bosón muy ligero. Los bosones son, precisamente, las partículas encargadas de transmitir las fuerzas de la naturaleza.
¿Podría ser que exista un bosón tan ligero que no ha podido ser detectado, que apenas interactúe con las partículas superiores de la materia como los protones y que porte una fuerza desconocida hasta ahora? El hallazgo deberá ser confirmado por otros experimentos. De momento no es más que un chascarrillo que tiene locos a los físicos. Pero si se confirma, vayan preparándose para tirar a la basura los libros de Física de sus hijos.
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