Papel
Sobre el cerebro enfermo
Fruto de la incansable, y algo obsesiva, labor investigadora de Jean-Martin Charcot, padre de la neurología moderna, conocemos hoy enfermedades como la esclerosis múltiple
Fruto de la incansable, y algo obsesiva, labor investigadora de Jean-Martin Charcot, padre de la neurología moderna, conocemos hoy enfermedades como la esclerosis múltiple
En medicina todo tiene un principio, un momento en el que las cosas cambian para siempre antes del cual los hábitos hoy más cotidianos eran impensables. Las pequeñas revoluciones de la labor médica (el primer trasplante, la primera anestesia, la primera aspesia, la primera radiografía...) suelen ser obra comunitaria, una labor de años o décadas de trabajo de varios investigadores, en ocasiones anónimos. Pero también suelen contar con un hito que despunta, un nombre que se gana la gloria de representar a los pioneros de su campo: un médico en la frontera.
Antes del siglo XIX no existía prácticamente lo que hoy conocemos como medicina interna, como la capacidad de estudiar los signos morfológicos y funcionales de nuestros órganos y elaborar una patología protocolaria a través de ellos. El principal impulsor de esta disciplina, que permite analizar partes del organismo en laboratorio para detectar enfermedades es el francés Jean-Martin Charcot. Se doctoró en París en 1853 y nueve años después pasó a dirigir el departamento de neurología del hospital Salpêtriere, el primero en su género y sede de la mayoría de sus trabajos que contribuyeron abrumadoramente al avance de la neurología mundial.
Su capacidad de analizar estructuras cerebrales tras una autopsia le permitió descubrir partes desconocidas del cerebro y, lo más importante, identificar por primera vez los signos de su degeneración. Si hoy sabemos que el órgano pensante puede sufrir retrocesos funcionales y entendemos remotamente cuestiones como el párkinson y el alzhéimer se lo debemos fundamentalmente a su venturosa inspección de la masa gris. Entre toda su obra (producto de una incansable labor investigadora, casi obsesiva entre fragmentos de cerebros, músculos y nervios seccionados) destaca especialmente el primer impulso serio que dio al conocimiento de la patología nerviosa.
Fue el primero en definir un grupo de enfermedades cuyo origen está en la desmielinización de las neuronas, la pérdida de la vaina protectora de las células nerviosas. Estas enfermedades, como advirtió Charcot, «producen temblores que sólo se manifiestan con ocasión de los movimientos voluntarios, nistagmos (movimientos incontrolados de los ojos), retardo en la palabra, que se vuelve lenta y en ciertos momentos ininteligible...». El médico parisino halló en el cerebro de quienes padecían estos males placas escleróticas y deficiencias en la cantidad de mielina de sus neuronas... Acababa de definir por primera vez en la historia una enfermedad neurodegenerativa. Hoy la llamamos esclerosis múltiple.
Charcot murió a los 86 años, tal día como ayer de 1893.
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