Moda

Un viaje por la España de Duyos y el brillo de Ágatha Ruiz de la Prada

La diseñadora Agatha Ruiz de la Prada saluda junto a su hija Cósima Ramírez al finalizar la presentación de su colección otoño - invierno 2019 / Foto: Efe
La diseñadora Agatha Ruiz de la Prada saluda junto a su hija Cósima Ramírez al finalizar la presentación de su colección otoño - invierno 2019 / Foto: Efelarazon

Si Juan Duyos, con el negro como bandera, ha presentado una costura íntima y minuciosa con elementos y referencias a España, Agatha Ruiz de la Prada ha preferido apostar este viernes por prendas brillantes cubiertas de purpurinas, en la segunda jornada de la pasarela madrileña.

Juan Duyos ha querido rendir un homenaje a España, según ha dicho a EFE el diseñador, quien ha comenzado su desfile con una serie de prendas negras, un color que no es habitual en su costura, pero que sin embargo en esta ocasión hace un canto al poder de la seducción.

Aunque el negro es el hilo conductor de la nueva colección, azules, frambuesas y dorados se abren paso entre bellísimos estampados de flores invernales como dalias y claveles, que alumbran abrigos y vestidos de gala, un nuevo desafío, "porque en la moda hay que proponer", argumenta Duyos, que se deleita con los volantes.

Tejidos y siluetas clásicas, con volumen o longilíneas, se adornan con volantes y flecos en lugares insospechados, una costura minuciosa, con alma, como la serie de vestidos de terciopelo con flores de almendro que se ha visto en una pasarela convertida en una suntuosa mesa cuajada de olores y sabores españoles.

Por su parte, la colección de Agatha Ruiz de la Prada para el próximo otoño-invierno es sexi y brillante. Como es habitual, el punto de partida es el "agathismo", es decir, los míticos iconos de la firma, pero en esta ocasión han revisionado los más antiguos, como el huevo frito, con mucha estrella y también espumillón navideño.

Esta nueva propuesta se antoja más divertida y arrolladora, con una importante presencia de la hija de Agatha Ruiz de la Prada, Cósima, que ha entrado en la empresa como "un torbellino, un vendaval de aire fresco", ha contado hoy a EFE el jefe de taller, Javier Carrera.

En una potente colección con 54 salidas, el colorido y el surrealismo, sellos indiscutibles de la casa, aparecen en prendas deportivas y propuestas nocturnas superbrillantes, dotadas de purpurina y lúrex.

Original ha resultado el vestido flor, un clavel español elaborado con seda natural en un taller de hilanderas de la isla de La Palma, que aún trabajan como se hacía en el siglo XVII.

Versátil, así se podría calificar esta propuesta que contiene trajes de chaquetas, chándales, sudaderas o cazadoras con notas de cómic, junto a conjuntos confeccionados con flores de plásticos, una nota "kitsch", que cede el paso a el vestido bandeja, la falda caramelo o el paraguas "taca-taca", siluetas que reafirman que la cabeza de Agatha Ruiz de la Prada es tan surrealista como brillante.

Antes, fascinado por la luz de Egipto, Roberto Verino ha ideado una colección para la próxima primavera-verano en la que recrea en sus estampados "ocas míticas de esta cultura"y elementos geométricos dibujados en cerámicas, además del ojo de Horus, detalle recurrente también en los zapatos.

El lino es la principal materia prima en vestidos y pantalones que se mezclan en una paleta de colores planos como el amarillo, el azul y los camel en saharianas y abrigos, con la intención de "poner en valor referencias que nos siguen sorprendido después de más de 4.000 años", explica Verino.

"El lujo está en los pequeños detalles", añade este diseñador, que pretende que con esta propuesta hombre y mujer se intercambien prendas entre ellos, como los "shorts"o los pantalones cargo.

Hannibal Laguna, el exotismo de los cinco continentes

"Exotial"es el nuevo trabajo de Hannibal Laguna, que habla de lo "extraño y de lo singular", una colección de estilizados vestidos que recoge la cultura y los colores de los cinco continentes, pero sobre todo habla de costura, un oficio que este venezolano conoce muy bien. El diseñador adapta los hermosos volúmenes del "new look"de Dior en faldas, los patrones de Balenciaga sobre una chaqueta capa o las divertidas siluetas drapeadas de los 80 en vestidos por encima de la rodilla al más puro estilo Joan Collins.

Hay volumen y prendas livianas con importantes transparencias, con espaldas al descubierto y escotes de vértigo, que como es habitual en él, no las forra, sino que las trabaja con varias capas de tul internas que resultan invisibles al ojo indiscreto.

Los bordados son delicadas piezas trimensionales que esculpe con distintos tejidos o varios cabos de hilo. Más allá de las transparencias y de los guiños nostálgicos entre ellos a su "querido y admirado"Elio Berhanyer, este diseñador demuestra que tiene oficio. Y como dice la expresión "para gusto, los colores".

Ana Locking, estética "neofuturista"

Ana Locking, encargada de abrir hoy en Ifema la segunda jornada de la pasarela madrileña, ha presentado una colección inspirada en Kaspar Hauser, un joven que apareció en las calles de Nuremberg a los 16 años, desorientado y sin saber hablar, con la que ha querido transmitir la incomunicación actual y la dificultad para relacionarse de los jóvenes a través de las máscaras de las modelos.

"He querido comunicar la falta de identidad de las generaciones más jóvenes que solo se relacionan a través de las redes sociales, mostrando una imagen y una vida que no es real", ha explicado este viernes a EFE Ana Locking.

Y para ello, ha establecido en cada prenda un diálogo con diseños tan actuales como una "bomber"a la que incorpora brillos y cortes barco presentes en la moda del siglo XVI europea o un "body-corse"con mangas farol rasgadas y cuellos elevados, al más puro estilo de la época de Felipe II, sobre un tejido de neopreno con acabado aterciopelado.

Un vestido de noche de estilo goyesco, una capa tornasolada con volante y bolsillos extra XXL o una organza muy liviana sobre la que se superponen plisados plastificados, dan como resultado una colección rica en una estética "neofuturista".

The 2nd Skin Co.

The 2nd Skin Co., firma al frente del dúo creativo, Juan Carlos Fernández y Antonio Burillo, ha tenido en las alfombras rojas su referente a la hora de diseñar una colección, "Lucky 27".

"Esta nueva colección va dirigida a una mujer sexy y atrevida, pero buscamos también la complicidad y los gustos de una mujer romántica", explica Fernández, a la que cubre con gazares, seda natural tafetas y crepes.

Un concepto que ya se ha visto en otras ocasiones y vuelve a trasladar en vestidos de noche y de cóctel, donde el negro es el protagonista. "Vestidos para lucir sobre alfombras rojas, de nuestro país y de Los Ángeles", dice Burillo, quien tiene en cuenta que cada vez son más las actrices que eligen sus diseños en estos actos.

Lo más novedosos de este trabajo son los estampados, uno floral en gazar de seda natural y otro con enormes papagayos, con los que ha confeccionado vestidos en los que el volumen y los volantes trepadores han recreado la silueta.