Industria de Moda
Las suelas rojas dejan de ser exclusivas de Louboutin
La firma de lujo no puede registrar como marca su sello más característico según el Tribunal de Justicia de la Unión Europea.
La firma de lujo no puede registrar como marca su sello más característico según el Tribunal de Justicia de la Unión Europea.
Sus diseños audaces, sin perder un ápice de feminidad, son característicos de los zapatos de Christian Louboutin. También sus tacones finos de aguja. Pero si hay algo que los convierte realmente en exclusivos es su suela roja. Por eso, su fundador registró esta particularidad como seña de identidad en 2010 en el Benelux en la categoría de zapatos, para en 2013 cambiarlo por «zapatos de tacón alto cuya enseña consiste en el color rojo (tono Pantone 18 1663 TP) aplicado a la suela de un zapato». Pero ahora ese sello que su creador define como «propio» puede dejar de serlo. Así se deduce de las conclusiones publicadas el martes por el abogado general del Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE), Maciej Szpunar, quien considera que se puede rechazar la protección como marca de una forma y un color. En sus primeras conclusiones, con carácter no vinculante, el jurista explicó que «su análisis se refiere exclusivamente al valor intrínseco de la forma y no debe tener en cuenta el atractivo que ejerce el producto a causa de la reputación de la marca o de su titular».
El problema se origina tras la demanda presentada por Louboutin contra la sociedad Van Haren, después de que ésta vendiera en 2012 zapatos de tacón alto con suela roja a precios asequibles. La directiva de la UE sobre marcas establece varias causas de nulidad o denegación del registro, entre ellas, la relativa a los signos constituidos exclusivamente por la forma que den un valor sustancial al producto. El Tribunal de Primera Instancia de La Haya planteó una cuestión prejudicial para que el TJUE interpretase la normativa, tras considerar que la marca está «indisociablemente vinculada a una suela de zapato y que el concepto de forma no se limita necesariamente a las características tridimensionales de un producto, como el contorno, la dimensión y el volumen, sino que comprende también los colores». Sin embargo, en su análisis Szpunar afirma que «la marca en cuestión debía equipararse a un signo constituido por la forma del producto y que reivindica la protección para un color en relación con esa forma, como ocurre con los zapatos de Louboutin, más que a una marca constituida por un color por sí solo». Además, cuestiona que el rojo cumpla la «función esencial de la marca e identifique a su titular cuando se utilice fuera del contexto que le es propio, es decir, con independencia de la forma de la suela». Y señala que «lo que cuenta en la percepción del público no es la distinción entre marcas de forma, de color o de posición, sino la identificación del origen del producto basada en la impresión global de un signo». Ya en 2012, Louboutin acusó de plagio a Yves Saint Laurent, que dejó de tintar las suelas de su calzado. Pero si finalmente el TJUE le retira la exclusividad, el diseñador francés no podrá evitar que se comercialicen modelos de otras marcas con el color de suelo que tanto prestigio le otorgó.
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